Antiguamente los "ofrecidos" a la Virgen del Puerto, cuyo honor es portar el Ramo en la procesión, eran los jóvenes entrados en quintas a los que la vida les llevaba a cumplir la mili en África: el Sahara, Ceuta, Melilla o Sidi Ifni. E incluso, en algunas ocasiones, a ir la guerra al viejo continente. Cualquier mozo puede presentarse de voluntario para llevar el Ramo. No obstante, hoy día, al haberse suprimido el servicio militar, se da preferencia a los solteros que van a casarse el año en curso.