El juez deberá decidir si el Ayuntamiento de Villanueva del Campo adjudicó el uso de unas parcelas de forma irregular en 2013, fincas que fueron cedidas por su dueño en su testamento a la institución para beneficio de los jóvenes sin recursos de la localidad. Es pues, la entidad local la que administra el conocido por los vecinos como "pósito de don Rufino".

El demandante, Ezequiel Alonso, recurrió dicha adjudicación por considerar que el procedimiento llevado a cabo incumplía la voluntad del propietario fallecido, para lo que se basa en que no se pedía a los solicitantes demostrar que carecían de tierras propias con las que sobrevivir. "Salieron a subasta, utilizando por tanto un único criterio economicista, se adjudicaban las parcelas al mejor postor", explicó el abogado durante la vista oral celebrada ayer en el Juzgado Contencioso de Zamora. El vecino del pueblo que impulsó la demanda también alegó que la convocatoria de la subasta no se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia.

La participación en el proceso de solicitud estaba abierta a todos los vecinos de Villanueva del Campo menores de 41 años, condición que dejaba fuera al demandante al tener 50 años y que había estado labrando una de las parcelas del pósito desde 1992 hasta 2013, cuando se llevó a cabo la adjudicación.

La defensa del Ayuntamiento asegura que se cumplieron todos los criterios del testamento, en virtud del cual se administra la finca, entre ellos "que los jóvenes no salgan del pueblo por falta de empleo, por eso se puso el límite de 41 años, y con el fin de que el que ha explotado durante años esas fincas las dejara para que entraran otros", aseguró el letrado.

Por otra parte, la defensa del Consistorio argumenta que se avisó de la convocatoria "en los lugares de costumbre del pueblo", concretamente en el tablón de edictos y en dos bares. Es por ello que considera que no había necesidad de anunciarlo fuera de la localidad, ya que "el procedimiento estaba cerrado a los vecinos, tal y como manda el testamento".

Tres de los agricultores que consiguieron parcelas del pósito en 2013 testificaron, llamados por la defensa, para asegurar que se enteraron de la convocatoria en carteles situados en los dos bares en agosto de 2013, un mes antes de que se llevara a cabo la subasta. Asimismo, afirmaron conocer al demandante y que este "también alterna en dichos bares", lo que implicaría que tendría que saber con suficiente antelación de la disposición de la Corporación para volver a adjudicar las fincas.