Fondos europeos que se devuelven por falta de proyectos adecuados, y proyectos elaborados sin otro criterio que la mera obtención de subvenciones es una realidad palpable hoy día en el medio rural. Y parece claro que "no hay municipio que funcione si no hay un plan estratégico". Y en esa idea de tener objetivos claros de desarrollo rural se centraba ayer la primera ponencia llevada a cabo en la localidad de Corrales del Vino, dentro del programa de la tercera jornada de la Escuela de Alcaldes.

Era el agente de desarrollo rural de Cillán, en Ávila, Juan Carlos Soto, y la miembro de la Asociación Argareal Rural, Miriam Martín, los que provocaban el debate y el diálogo mediante la exposición de los problemas que sufre especialmente el mundo rural y las posibles alternativas ante el más importante de ellos, la falta de población y fijación de la misma.

Aún reconociendo que la población es el puntal del desarrollo, los agentes coincidieron en que también en pueblos pequeños, con no todos los servicios cubiertos, se pueden hacer cosas interesantes, al igual que en los grandes las ideas se dispersan y no hay un objetivo claro.

"El camino del Cambio" era el título de esta primera jornada formativa a la que asistían más de medio centenar de concejales y alcaldes de pueblos de Castilla y León. En el acto se hacía notar la ausencia de regidores de la Mancomunidad Tierra del Vino, excepción hecha del presidente de la asociación José Luis Riego.

Hasta la localidad de Corrales se desplazaron para la inauguración del evento el jefe del servicio territorial de Medio Ambiente, en Zamora, Casto López, y José María Barrios, vicepresidente de la Diputación Provincial

La clave fundamental para conseguir cambiar e incidir en el progreso de los pueblos pasa por generar participación y, prueba de ello, es que en Cillán se ha conseguido que las distintas asociaciones culturales formen también parte de la Mancomunidad" El agente de desarrollo local José Luis Soto invitaba a los participantes al desarrollo de la jornada a la reflexión ante la disparidad de proyectos por tener al alcance todas las subvenciones posibles y no tener criterios prioritarios para desarrollar uno concreto. Y apostillaba Soto que "es necesario redefinir objetivos, generar participación y crear ilusión para fijar población".

Durante la ponencia se generó un vivo debate entre los asistentes, que tocaron diferentes temas, como el liderazgo o las trabas que puede poner la administración al desarrollo de ciertos proyectos con cambios imprevistos en la realización de infraestructuras.

Otra de las ponencias que salieron a relucir pasaba por la explicación del proyecto que precisamente ha ganado el primer premio Fuentes Claras en la última edición el de Corrales del Vino sobre la recuperación del Quejigal de Valparaíso y el mirador del Pico del Pájaro.

En este caso fue Luis Ángel Díaz Cano, agente de desarrollo de Corrales, el encargado de explicar la intervención llevada a cabo con alumnos de distintos planes de empleo

La jornada formativa se completaba con la intervención del economista Santiago Bayón sobre "Caminos y cañadas: usos, cuidados y aprovechamiento".

El experto en desarrollo territorial hizo un recorrido por todos los caminos desde los romanos hasta el siglo XX, especialmente por las vías pecuarias y la Vía de la Plata.

Bayón alertó que "a Europa se está devolviendo dinero por falta de proyectos que vayan encaminados a recuperar los tramos de vía del tren abandonados o la recuperación de vías pecuarias".

En el caso de las vías la intervención pasa por solicitar permiso a ADIF a quien se debe abonar un alquiler, "baratísimo" y rehabilitar los tramos como sendas naturales. El mayor problema para la rehabilitación de estos espacios, a juicio del técnico, "se agrava porque antes desde Europa se financiaba completamente el proyecto y ahora el solicitante debe abonar el 15%". En esta dirección, Bayón aconsejó unificar proyectos "para cualquier iniciativa de intervenir en tramos de las 22 vías romanas con las que cuenta la comunidad".