El Ayuntamiento de Fariza ha decretado el cierre temporal del albergue municipal, que se hará efectivo el día 17 de abril. La necesidad de realizar obras de mejora, que ahora no puede afrontar la institución local, sumado a una ocupación que no cumple las expectativas han sido causas determinantes para echar el cerrojo al único alojamiento juvenil de estas características que estaba operativo en el Parque Natural Arribes del Duero.

Y a todos esos condicionantes se suma también "la necesidad de centrarnos en la Residencia como un servicio fundamental para el municipio" apunta el alcalde de Fariza, Manuel Ramos. "Nos hemos juntado con dos servicios públicos que en estos momentos no podemos mantener a la vez, económicamente no es viable" admite el regidor socialista, quien no obstante puntualiza que se trata de un "cierre temporal. Cuando la situación mejore y se vaya superando esta crisis nos plantearemos reabrir un centro que durante estos años ha dado servicio a muchos grupos de jóvenes y otro tipo de alberguistas de Zamora, España e incluso del extranjero".

La evolución de los primeros años de funcionamiento demuestran la eficacia de este tipo de instalaciones ubicadas en espacios naturales. Si en 2008 fueron trescientas las personas que eligieron el albergue juvenil "La Rueca" para pasar unos días de asueto en la zona, un año después la ocupación rozó las 1.600 plazas. Lamentablemente este nivel no se ha mantenido y, sobre todo en los últimos cuatro años, ha reducido considerablemente la actividad.

Con los datos en la mano, Ramos admite que el nivel de ocupación del albergue municipal "no ha cumplido los objetivos" porque no se ha mantenido la actividad a lo largo del año sino en fechas muy señaladas. Y todo ello a pesar de que la instalación se incorporó en el año 2009 a la Red Española de Albergues Juveniles (REAJ).

Las obras más urgentes que necesitaría el alojamiento superarían los 30.000 euros, una inversión que "en estos momentos no podemos asumir". Son necesarias reformas en el comedor, los servicios y las habitaciones, además de reposición de material que, por su uso y el paso del tiempo, necesita ser renovado.

Según el alcalde, el albergue estaba suponiendo unos gastos anuales de unos 20.000 euros, parte de los cuales eran para pagar a la trabajadora que se ocupaba de su mantenimiento, y los ingresos eran muy inferiores. "Hemos venido haciendo un esfuerzo muy importante para mantener un servicio que generaba unos ingresos muy por debajo de los que esperábamos", precisa el alcalde de Fariza.

Como ejemplo, desde diciembre hasta ahora el nivel medio de ocupación era de unas dos personas diarias -el centro dispone de 36 plazas-, con la excepción de momentos puntuales como los días previos a Semana Santa que acudió un grupo.

"Nuestra prioridad ahora mismo es la Residencia" insiste el alcalde. Se da así por amortizado, de momento, un servicio público en el Parque Natural Arribes del Duero.