La apertura de la temporada de pesca deparó ayer una significativa afluencia de pescadores a los cursos trucheros de la comarca, pero especialmente a las aguas embalsadas del río Tera en todo su curso.

Entre las siete y las ocho de la mañana los pescadores ya tomaron posición en los rincones fluviales soñados para comenzar la jornada de pesca que fue, a grandes rasgos, satisfactoria. Los cupos en las zonas de pesca tradicional se completaron con los dos trofeos de medida reglamentaria . Los 120 pases autorizados, el doble del año anterior, en las aguas de las Áreas de Regulación Especial Controlada (AREC) del embalse de Cernadilla y el Lago de Sanabria respectivamente animaron a los aficionados en este primer día de la temporada.

Mientras los pescadores se fugaban a los embalses, los tramos sin muerte del Tera, como el tramo urbano de Puebla, estaban prácticamente deshabitados de pescadores. En la cola del embalse de Cernadilla probaban suerte casi medio centenar de pescadores, lo suficientemente distanciados y repartidos por las orillas para no pugnar por una misma reina. Hasta tres embarcaciones probaron los engaños en el corazón de la masa de agua.

Un nivel de agua más bien bajo -por falta de lluvias- y una temperatura más bien fría no fueron impedimento para que la reina del río retara a su opositor y pusiera a prueba los engaños de los pescadores. La paciencia y la ciencia de los anzuelos dictaron el resultado de esta primera contienda. Un pescador salmantino, afincado en El Puente, probaba suerte con los aparejos. Poco antes de las dos de la tarde caía la primera, una ejemplar de medio kilo de peso. Metros más abajo, un pescador de Puebla, José Ballesteros, tentaba la suerte aunque no fue muy madrugador. Aguas abajo Abelardo Sánchez y Augusto Renedo, reconocidos pescadores de Puebla, completaban su correspondiente cupo antes de comer. Sus capturas estuvieron por encima del kilo. Otro pescador de Puebla conseguía su captura en su dispositivo digital antes devolver su trucha tras este breve encuentro. Reconocía que ha habido fortuna entre los pescadores en general.

Media hora más tarde caía una hermana gemela en el anzuelo del pescador de El Puente. Otro medio kilo, gramo arriba gramo abajo. Los dos agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Puebla fueron testigos de la buena suerte del pescador. Los agentes de la Benemérita realizaron ayer el servicio en las orillas de los ríos, sin complicaciones con los pescadores. Los Agentes Medioambientales, por su parte, controlaron que permisos y pases estuvieran en regla.