La Unidad de Acción Pastoral de Mahide ha vivido una Semana Santa atípica. El problema surgió al caer enfermo el párroco Marcelino Gutiérrez que lleva 9 parroquias. En Mahide los actos se desarrollaron gracias a la presencia estos días en el pueblo de la monja Pilar Valero. En pueblos como Gallegos del Campo, las Figueruelas, Riomanzanas o San Pedro de las Herrerías se encargaron de los actos los celebrantes de la palabra. En Flechas y Villarino Manzanas, ante la falta de sacerdote y oficiantes de la palabra, se abrieron las puertas de la iglesia y que los vecinos que así lo quisieran fuesen a rezar.