Alcañices vivió momentos de pánico en la tarde-noche del pasado martes a causa de un fuego en pleno centro urbano que se quedó en un susto, pero que, según reconocen personas presentes en el siniestro, "pudo haber sido una auténtica tragedia". Hacia las 7 de la tarde los vecinos de las calles Labradores y San Andrés comenzaron a percibir y a sufrir un fuerte olor a quemado que hizo saltar la alarma.

Una hora y cuarto más tarde varios jóvenes se personaron en la vivienda, donde reside una mujer de alrededor de alrededor de 53 años, que vive sola. Miraron habitación por habitación pero no pudieron descubrir la fuerte de calor que producía la humareda.

No fue hasta las 21 horas cuando en una de las habitaciones más apartadas de la vivienda se localizó el origen del humo, un colchón que estaba en plena combustión y que sin hacer llamas se estaba consumiendo lentamente y su humo comenzaba a afectar a la planta superior. Inmediatamente se dio aviso a la Guardia Civil de Alcañices y al parque de bomberos voluntarios de Aliste, que llegaron desde San Vitero solo 12 minutos después.

En ese pequeño espacio de tiempo los propios vecinos usaron extintores logrando erradicar el fuego. Al llegar los bomberos las llamas estaban controladas y los alcañizanos se afanaban en consolar a la nerviosa y apenada inquilina que fue trasladada en ambulancia hasta el Centro de Salud. Los vecinos coincidían en dar las gracias a que "tuvo lugar al atardecer y nos dimos cuenta, pues de haber sido de madrugada se podría haber originado una tragedia".

En cuanto al origen del fuego se mantenía la incógnita y en un primer momento los comentarios iban a la posibilidad de un cortocircuito hasta la utilización por parte de la señora de un brasero de cisco que suele utilizar. Finalmente se descubrió que lo había causado una manta eléctrica.

La vivienda donde se produjo el fuego es la casa de acogida que Cáritas Aliste tiene en Alcañices y la inquilina, que salió ilesa, es una mujer, foránea, que llegó hace varios meses a la villa y en un primer momento se alojó en el albergue de peregrinos.

La mujer, zamorana y con familia en tierras sayaguesas, será acogida de momento en el albergue de peregrinos y Cáritas Aliste se hará cargo de la manutención y de darle ropa. Pasada la Semana Santa será Cáritas Diocesana la que buscará una solución definitiva para la mujer.