San Vitero puso ayer el broche de oro a las jornadas de la raza autóctona asnal de zamorano-leonesa con una jornada campestre donde niños, jóvenes y mayores pudieron disfrutar de un paseo en burro. Los fuertes vientos y el frío del sábado dieron ayer paso a la tenue lluvia que respetó la cita agroganadera.

Uno de los grandes atractivos, aparte del paseo, para delicia de los más pequeños, que pudieron cabalgar a lomos de la mansas burras, fue el concurso de carros y asnos engalanados donde los propietarios pusieron arte y saber para darle belleza y colorido. Los ganadores fueron Felisa del Buey, Victoria Mezquita y Antolín, que se llevaron 150, 100 y 75 euros de premio.

Alistanos y alistanas lucieron capas pardas, negros mantones, casacas, manteos, monteras, gabachas y polainas, cántaros y barrilas de Moveros, calabazas para el vino y los ancestrales "tapabocas", viejas cholas y los pantalones de pana portuguesa, para revivir escenas de la vida cotidiana de antaño. Brillaron todos, y entre ellos, José Pedro González "Perriles" de Tola con su carro y Agustín Manzanas de San Juan del Rebollar recordando los antiguos caldereros llegados en burras.

Las mejores imágenes de las jornadas:

La fiesta del burro congregó este año en la exposición y subasta del sábado 63 animales de 18 localidades, la mayoría de la comarca: Gallegos del Río, Grisuela, San Vitero, Villalcampo, Domez, Ferreruela, Vegalatrave, San Juan del Rebollar, Lober y Pino del Oro. También llegaron reses de Villaseco, Almaraz de Duero, Benavente, Madridanos, Santa Croya de Tera y Zamora e incluso de fuera de la provincia: Rubén González Pérez de San Pedro de Latarce en Valladolid.

Venta libre

Hay que destacar la presencia de 29 reses en la venta libre: 18 buchos, 6 buchas y 5 burras adultas que, con las subastadas, sumaron 37, lo que demuestra la recuperación de la producción y también del mercado donde los precios que, -en los últimos años cayeron lo mismo que las ventas-, vuelven a estabilizarse con nuevos compradores.

Valga como ejemplo que la burra "Rocío" de cinco años, que alcanzo los 1.420 euros. Y los buchos "Agapito" (20 de julio de 2014) y "Don Rodrigo" que valieron 500 euros, hijos del garañón "Iglu" con la catalogación de "Excelente" (84 puntos), propiedad del CRE de Avila, que seguirán los pasos de su progenitor en tierras lejanas.