La raza autóctona de asnal zamorano-leonesa ha protagonizado la Exposición Monográfica y Subasta de Buches celebrada en San Vitero que, tras diecisiete años de vida, se ha convertido en el alma mater de la supervivencia de la especie. Tras ser declarada en peligro de extinción y tambalearse el censo, la raza asnal ha logrado recuperarse y situarse entorno a los 1.200 ejemplares inscritos en el Libro Genealógico gestionado por Aszal.

El remodelado recinto ferial de San Vitero ha acogido en la muestra con 63 animales entre burras, garañones (sementales), buchas y buchos para deleite de españoles y portugueses, cautivando por igual a niños, jóvenes y mayores.

La subasta volvió a ser el gran atractivo para los visitantes a la feria donde se ponían a la venta 8 magníficos ejemplares de alto valor genético: 4 buchas hembras, a 800 euros de salida, 2 burros a 200 y 2 burras nodrizas a 1.000. El certamen incluyó también la venta libre entre los ganaderos.

Antonio Campo Crespo de Gallegos del Río fue el ganadero del año: «Magdalena» se llevó el galardón de «Mejor Burra con Rastra» (Madre y Cría). Demetrio Fernández Carbajo de Gallegos del Río con «Campeona» se llevo el premio de mejor burra. La mejor burra mayor de cuatro años fue «Roseta» de María Domínguez Bartolomé de Villalcampo. Uno de los triunfadores fue «Tinto» de Aszal que se llevo el premio como mejor garañón y el de mejor ejemplar de la exposición de San Vitero. La localidad de Gallegos del Río se reafirmo como uno de los últimos paraísos en la cría de pura sangre zamorano-leonesa.