Vecinos de la comarca de Aliste, Tábara y Alba han tomado conciencia del grave peligro que puede suponer para los pueblos, sus bienes y habitantes la proliferación de incendios a causa de las altas temperaturas y la abundancia de maleza, desistiendo incluso de las quemas controladas en áreas cercanas a bosques. "Estamos en invierno pero parece que ya es verano, el calor es asfixiante y llevamos meses sin que llueva en condiciones. Prender fuego es un peligro y por ello es mejor limpiar las fincas y no quemarlas", afirma Joaquín Santos Figueruelo, a la vez que sentencia: "En los pueblos la mayoría somos personas de la tercera edad y ya no estamos para estar controlando fuegos, bastante si tenemos cuidado de no quemarnos nosotros mismos, por eso lo mejor es no tentar la suerte". Los propios solicitantes de quemas reconocían ayer que "cuando has cortado la maleza y la tienes junta en una cortina arada o prado verde se puede controlar. Si no mejor no meterse en líos".

La legislación deja muy claro la obligación de "preservar de la quema los linderos con vegetación arbórea, arbustiva o subarbustiva" donde el peligro es grande. Hay que tener en cuenta que en estos casos al mezclarse hierba, zarzas y maleza el fuego cruza a fincas colindantes separadas por paredes y fincones (grandes lajas de pizarra), abriéndose en todas direcciones de forma incontrolable.

Entre los alistanos se defendía ayer la "intensa y acertada labor de los agentes medioambientales" de la comarca alistana: "Siempre están dispuestos a ayudarnos y a aconsejarnos, y si le hiciéramos casos mejor nos iría a todos".