Félix González Ares llegó al Ayuntamiento de Villalpando en 2007 ganando por la mínima. En 2011 su equipo y él cambiaron de siglas y fueron reelegidos consiguiendo una cómoda mayoría absoluta. En menos de 100 días se someterán al test de las urnas por tercera ocasión.

-¿Está dispuesto a presentarse para un tercer mandato?

-Repito como candidato, porque me siento con fuerzas, y en caso de ser elegido trabajaré con las mismas ganas e ilusión con que vengo haciéndolo desde que soy alcalde.

-¿Los efectos de la crisis son palpables en Villalpando? ¿Comienza a notarse la recuperación económica?

-Los efectos de la crisis se han recrudecido en los dos últimos años. La construcción ha descendido en un 60 o 70 por ciento, lo que ha repercutido gravemente en el aumento del paro. Sinceramente, la recuperación apenas se está notando. Puede que aflore algún rayo de esperanza por ciertas noticias, pero con la esperanza no se come y el estómago hay que atenderlo todos los días.

-¿Han tenido que recortar partidas de los presupuestos municipales en los cuatro últimos años?

-Los presupuestos se han incrementado en la medida en que nos ha permitido la Ley de Estabilidad Presupuestaria. No se ha recortado partida alguna, e incluso se han incrementado aquellas de las que dependen los servicios básicos para los vecinos. Ello ha sido posible gracias a que cuando este equipo tomó el mando hace ocho años, mientras otros negaban que viniera una crisis en Villalpando pusimos en marcha un plan de saneamiento que hoy nos permite tener un superávit de 250.000 euros. Sí que hemos eliminado gastos superfluos para ahorrar, se han adoptado medidas de eficiencia energética, se negocia a la baja con los proveedores...

-Y sin embargo subieron algunos tributos en 2011, nada más comenzar este mandato...

-Solo subimos la tasa de basuras para cubrir el coste del servicio, y se creó una tasa de saneamiento y depuración como consecuencia de la entrada en funcionamiento de la depuradora de aguas residuales. Antes no había y no teníamos que pagarla, pero es obligatoria. Aun así el agua sigue siendo de las más baratas entre las poblaciones del tamaño de Villalpando. En cuanto a los impuestos municipales, no los hemos subido en seis años, desde 2009 han permanecido congelados o se actualizaban al IPC, y en 2013 se ha reducido el tipo de gravamen del IBI de urbana, que ha pasado del 0,64 al 0,58, lo que supone una reducción del 10% en el recibo de cada vivienda. También hay tasas que han desaparecido como la de tránsito de ganado o la de rodaje de vehículos.

-¿Seguirá manteniendo esos tipos si vuelve a ser elegido alcalde?

-No se prevé ninguna subida significativa. Dada la situación de superávit que ha conseguido el Ayuntamiento en los últimos años los ingresos actuales son suficientes para financiar todo el gasto corriente.

-¿Considera que la zona de salud de Villalpando necesita más médicos, tal y como reivindican algunos movimientos vecinales?

-Sí, tanto médicos como personal de enfermería. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los habitantes de la zona son personas mayores, y que los pueblos poco a poco se van pareciendo a geriátricos. Hemos tenido quejas en los últimos meses a causa de la problemática suscitada por una plaza de médico pendiente de resolver, que ya quedó cubierta. En cuanto a la descoordinación de los horarios, creemos que quedó resuelto en una entrevista que mantuvimos los alcaldes con el Gerente y el Delegado de la Junta. Pondrán un horario de visita fijo en cada localidad, más cortos pero que se cumplan con puntualidad. En el centro de salud de Villalpando tenemos ahora otro problema nuevo, los pacientes que solo van a por recetas tienen que hacer cola con los que van a una consulta, antes no era así y vamos a reunirnos en estos días con los médicos para buscar una solución.

-¿Cuándo esperan desde el Ayuntamiento que la Junta retome el tema de las obras en el centro de salud?

-La Administración autonómica lo aplazó por falta de fondos, pero nos dieron su compromiso de que el próximo centro de salud que se construyera en la provincia de Zamora sería el de Villalpando, y espero que mantengan su palabra.

-A su juicio, ¿qué infraestructuras necesita conseguir la villa en los próximos años?

-En ese ámbito nuestra mayor aspiración sería rehabilitar las ruinas de Santa María la Antigua y construir una cubierta de cobre para convertir ese espacio en un auditorio y Casa de Cultura. Intentaremos conseguir en los próximos cuatro años una subvención del Gobierno central a través del 1 por ciento cultural, que podría llegar a cubrir el 70 por ciento del coste de la obra. Estamos empezando los trámites con el Obispado para que nos hagan una cesión del templo, y creemos que hay una buena disposición por su parte. Otra es ampliar el centro de mayores. En siete meses podremos estrenar la sede del archivo histórico, que hará las veces de biblioteca municipal y telecentro. El actual local del telecentro quedará libre y podremos ampliar el aforo del centro utilizando ese local contiguo. Ha tenido tanto éxito que se ha quedado pequeño. Por conservar el juzgado, afortunadamente, podemos estar tranquilo. El Gobierno nos confirmó hace tiempo a través de la Subdelegada que finalmente no se cerrará.

-¿A qué otros retos se enfrenta el consistorio en los años venideros?

-Conseguir el ARI que se nos negó en 2013, ahora que se abre el plazo para renovar las solicitudes, y construir una potabilizadora para garantizar la calidad del agua corriente de la villa en el futuro. Controlamos semanalmente los niveles de fluoruros y otras sustancias y nunca han superado los máximos permitidos por la normativa de Sanidad, pero una potabilizadora garantizará que no lleguen problemas de ese tipo en los próximos años. Al margen de esas dos grandes preocupaciones, nuestro equipo consiguió el saneamiento de las cuentas municipales en el primer mandato, en el segundo la eficiencia energética que ha supuesto un importante ahorro para el Ayuntamiento, y ahora tenemos la responsabilidad de mantener las infraestructuras que hemos conseguido en estos años.

-Las encuestas avecinan un terremoto electoral en toda España, ¿espera revalidar la mayoría absoluta?

-Es muy arriesgado predecirlo. Aunque en todas las elecciones las siglas son importantes, en las municipales, a mi entender, quedan en un segundo plano. Creo que se valora más a la persona del candidato y su trayectoria, y, en mi caso, la labor realizada en los ocho años que llevo al frente del Consistorio. Como ha dicho el historiador, con raíces villalpandinas, José Álvarez Junco "el alcalde tiene que ser una mezcla de político, gestor y ciudadano ejemplar". En mi caso no me considero político. Sí me considero gestor, que, a mi entender, es lo que debe ser el alcalde. Y lo de ciudadano ejemplar, aunque lo he intentado todos los días, tiene que ser el pueblo quien lo valore. Quiero destacar que sin un buen equipo no se puede realizar una buena labor.