La herencia de una vecina de la comarca zamorana de Sanabria y La Carballeda ha permitido crear una fundación, que contará con un capital inicial de 231.000 euros y que facilitará el acceso a residencias de mayores a personas sin recursos.

La denominada Fundación La Paz se pone en marcha con los dos bienes inmuebles que dejó al morir la impulsora de la iniciativa, María Paz Conejos Durban, vecina de Villardeciervos (Zamora) fallecida en 2013.

El albacea testamentario de la benefactora, el abogado Javier Lozano, declaró a EFE que esta vecina pretendía que se construyera una residencia, aunque ante la duda de si llegaría el dinero de la herencia se dejó abierta la posibilidad a otras opciones como financiar a residentes de otros centros o ayudar a mayores a costear su estancia.

Pese a la inquietud que mostró en vida por esa cuestión, María Paz Conejos no vivió nunca en una residencia y casi hasta sus últimos días residió en su casa de Villardeciervos, según detalló Lozano.

Su intención es que la herencia pueda beneficiar a mayores de esta localidad sanabresa sin recursos económicos, aunque también deja abierta la posibilidad de que puedan hacerlo otras personas mayores de la provincia de Zamora.

Aunque natural de un pueblo de Teruel, la filántropa vecina de Villardeciervos tenía un marido que falleció antes que ella pero no tuvo hijos ni descendientes directos, por lo que en su testamento precisó que con sus bienes se constituiría una fundación para facilitar el acceso a residencias a personas mayores.

La nueva fundación ha registrado ya sus estatutos, que aparecen publicados hoy en el Boletín Oficial de Castilla y León.

Entre sus fines figura como el principal la atención a las personas mayores con necesidades económicas, a las que facilitará medios para alojarse en residencias o ayudas que le permitan abonar el coste de la residencia cuando el dinero del que dispusieran no fuera suficiente.

La nueva fundación, de la que ya se han nombrado responsables y cargos directivos, inicia su actividad con los 231.125 euros en los que están valorados las dos propiedades que la impulsora acordó entregar en su testamento.

Se trata de una vivienda de dos plantas ubicada en la Plaza Mayor de Villardeciervos y una casa de dos plantas con almacenes y jardín ubicada en la calle Rafael Romero de la misma localidad, en la que tendrá su sede la fundación.