Vecinos de Alcañices y Tábara, -los dos núcleos de población más importante de la comarca -, muestran su malestar y quejas por lo que consideran "una muy mala planificación de los servicios a los ciudadanos viarios por parte del Ministerio de Fomento en las travesías de las carreteras Nacional 122 y Nacional 631" que en ambos casos cruzan por dentro del casco urbano, con ausencia de pasos de cebra. Estas calzadas son lugares habituales de sustos, para los viandantes que tienen que buscarse la vida para cruzar sobre la zona de rodadura y para los conductores, que muchas veces se encuentran de repente con personas en medio de la calzada. El problema, se incrementa en estas fechas de climatología adversa donde la niebla reduce la visibilidad e incrementa el peligro de accidentes en ambas travesías.

Fuentes vecinales instan a los dos ayuntamientos afectados, presididos por Jesús María Lorenzo Más (Alcañices) y José Ramos San Primitivo (Tábara), a aunar esfuerzos, recoger firmas y hacer una propuesta conjunta y desde la mancomunidades Tierras de Aliste y Tierra de Tábara al a Subdelegada del Gobierno en Zamora, Clara San Damián, y a la Dirección General de Carreteras del Estado (Ministerio de Fomento) "antes de que se produzca alguna víctima mortal a causa de un atropello", explican.

El caso más curioso y a la vez preocupante se localiza en Tábara donde la travesía que va desde la altura de la gasolinera , hasta la Sierra de la Culebra, tras pasar el barrio de San Lorenzo,- un tramo de alrededor de 1.500 metros-, no existe ni un sólo paso de peatones. Ello supone, legalmente, una auténtica incongruencia, pues los peatones no pueden o al menos en teoría no deberían cruzar de un lado al otro del pueblo. Desde el Ayuntamiento de Tábara se lleva una década solicitando la habilitación de pasos de peatones sin respuesta positiva alguna de Fomento.

El punto más céntrico y a la vez peligroso se sitúa frente a la iglesia de Santa María (Monumento Histórico Artístico desde 1931 y Bien de Interés Cultural), situada a la derecha de la vía, donde también está el estanco, el quiosco de prensa y la administración de quinielas y lotería, quedando a la izquierda, la calle que da a la Plaza Mayor, con lo cual el trasiego de personas cruzando la carretera, arriesgando su vida, es habitual y justificado, pues por algún sitio han de cruzar a falta de soluciones de Fomento.

En Alcañices, con alrededor de tres kilómetros de travesía, desde la gasolinera hasta la Comisaría de Policía, solo hay dos pasos de peatones, ambos ubicados en la Plaza Mayor, uno a cinco metros del otro. En la capital alistana la mayoría de los atropellos se producen a la altura del Convento de San Francisco y la iglesia de la Virgen de la Salud, el último el de una niña.