La población de Ribadelago celebró hoy la misa en homenaje a las víctimas de la tragedia de la presa de Vega de Tera, cuya rotura el 9 de enero de 1959 provocó la muerte de 144 personas.
Una treintena de personas asistieron al oficio religioso que anualmente celebran en Ribadelago Nuevo en recuerdo a los desaparecidos con la avalancha de agua derivada de la rotura de la presa construida en la sierra.
Fue un acto sencillo que, como es habitual, solo cuenta con dos o tres decenas de feligreses que permanecen en estas fechas en Ribadelago o en los pueblos de las inmediaciones. La jornada estuvo marcada por las bajas temperaturas, que dejaban ver los hielos en diferentes puntos de la zona.