La mascarada de la Talanqueira y los Visparros va a más. La ancestral fiesta perdida durante años volvió ayer a desfilar por las calles de San Martín de Castañeda con la incorporación de nuevos personajes para pedir el aguinaldo.

La Dama, el Marido, el Ciego y el Toro se han unido al elenco para dar más realce a una fiesta que año tras año reúne a buen número de visitantes. Los personajes son variopintos: La Talanqueira, mitad hombre mitad animal, los Visparros que representas las debilidades humanas y llevan un disfraz compuesto por calantroñas, careta de tela con cintas de variados colores, peto con las mismas cintas y cucayas o cencerros atados a la cintura, además portan enormes tijeras de madera con las que azuzan a los espectadores; La Dama que asusta a los espectadores con una verdasca y el Ciego que porta una talega con cernada con la que mancha a los mismos espectadores.

Los organizadores de la mascarada mostraban ayer su satisfacción "por la incorporación de gente joven que ha hecho que se realce, aún más".

La recuperación de la mascarada de la Talanqueira y los Visparros se llevo a cabo gracias a la colaboración de las gentes de San Martín de Castañeda, la asociación de mujeres "El Monasterio" y Sanabria Natural.

Los personajes iniciaron su recorrido asustando, pero sobre todo "pidiendo por las casas que están abiertas el aguinaldo que luego servirá para hacer una cena". Al recoger el aguinaldo, hacen sonar con más fuerza los cencerros y lo cuelgan en el sable o varal.

Tras el recorrido se acudió al patio del monasterio donde se prendió fuego a una gran hoguera coronada por un espantapájaros y donde se pudo degustar una chocolatada para todos los vecinos.

Antes que se apagara bajaron los tres Reyes Magos a caballo portando antorchas para traer los regalos a los niños.