Los cencerros del Zangarrón volvieron a despertar un año más en Año Nuevo a los vecinos de Montamarta. El quinto José Serrano Villar fue el encargado de dar vida al diablo que desde el amanecer hasta el mediodía ha recorrido las casas de la localidad pidiendo el aguinaldo.

Este año ha sido especial porque el Zangarrón estrenó tridente y la confección de su atuendo contó con la presencia "de mucha gente. Hacía años que no iban tantos a ver vestirlo", explicó José Ramón Pérez, presidente de la asociación cultural del Zangarrón de Montamarta y encargado de coser la indumentaria.

El ritual del joven José Serrano comenzó a las cinco de la mañana, cuando el resto de los quintos ha ido a buscarlo a su casa y se han reunido en su local para preparar la vestimenta. Un trabajo que lleva a José Ramón Pérez tres horas de trabajo.

El joven explicó que ser Zangarrón "es un honor porque aquí en el pueblo se vive muy intensamente desde pequeños". Pese al frío, el sol que acompañó a la mañana hizo que decenas de personas hayan acudido a Montamarta a contemplar la mascarada y a disfrutar en la calle de las carreras del Zangarrón detrás de los jóvenes.

Otra de la novedades de este año fue que el diablo accedió a la ermita por la carretera N-630 al esta inundado por las aguas el tradicional paso por el embalse. José Serrano estrenó con éxito el tridente al traspasar los panes ubicados en el altar mayor de la ermita durante la celebración de la misa. "Con este regalo la asociación ya cuenta con toda la indumentaria. Ya que antes teníamos las caretas y los cencerros", confirma Pérez.

El Zangarrón volverá a recorrer las calles de Montamarta el próximo día 6, esta vez encarnado por el quinto Raúl Lanseros Pérez.