Adolfina Puello conoció a Raúl Álvarez a través de la página de contactos de Internet Badoo. Ella enviudó hace diez años, cuando su exmarido y padre de Argelys murió asesinado durante una disputa en República Dominicana. La relación se consolidó en la red hasta el punto de que Álvarez, el presunto asesino, viajó a la isla caribeña para conocerse en persona. Y fruto de ese viaje, finalmente los tres volaron hacia España para comenzar una vida juntos.

La relación, desde un primer momento, no gustó al entorno de Adolfina. El hombre con el que compartía su vida "tenía fama de violento", como así detallan las personas con las que este diario ha podido hablar. La abuela Leonarda insistió mucho a la fallecida para que cesara su relación con el presunto homicida. Incluso en el trabajo de Adolfina aseguran que las riñas y peleas con su pareja eran continuas y se mostraban preocupados por ello.

Durante los últimos tres años, las dos fallecidas y el presunto homicida convivieron en un piso alquilado en el barrio madrileño de Vallecas. La misma vivienda donde apareció la maleta de la niña hecha y dispuesta para viajar en ese avión a la República Dominicana que nunca llegó a coger. A lo largo de los meses desde aquel 30 de junio, familiares y vecinos han acudido a la Comisaría para interesarse por la investigación, aunque siempre se les denegó la información. "Finalmente, la Policía no encontró al presunto asesino, sino que fue él mismo el que se entregó", denuncia la periodista Carmen Ramírez.