La comunidad dominicana tanto en España como en el propio país caribeño se ha volcado desde el minuto uno para conocer el paradero de Adolfina Puello Sánchez y su hija Argelys. Gran parte de la información arrojada a lo largo de estos meses sobre la investigación nació de Carmen Ramírez, corresponsal de Telemicro Internacional -televisión de República Dominicana- en España. En todo momento, la periodista ha mantenido el contacto con la familia de las asesinadas y ha cubierto las movilizaciones que sus compatriotas han organizado en Madrid para exigir justicia. Carmen explica cómo se ha desarrollado el proceso desde la desaparición hasta el fatal desenlace ocurrido ayer en San Vicente de la Cabeza.

-¿En qué momento comienzan las movilizaciones para conocer el paradero de la madre e hija desaparecidas?

-Como saben, la desaparición se produjo en el mes de junio. Sin embargo, todo empieza a moverse hace unos veinte días. En ese momento, la abuela y suegra de las fallecidas recibe una paliza. Ella salía del metro para dirigirse a su casa y en ese momento la atacan dos personas y le propinan la brutal paliza. Ahí es cuando la comunidad dominicana se moviliza. En un primer lugar se organiza un encuentro cristiano para rezar por Adolfina y Argelys. Una reunión que sirve para informar a los asistentes de la marcha que se va a producir para reclamar que se investigue. Hay que recordar que durante todo este tiempo -desde la desaparición, el 30 de junio- la abuela no recibió ninguna respuesta por parte de la administración. Simplemente que se estaba investigando.

-¿Qué relación tiene esa paliza que le dan a la abuela de la fallecida con el caso?

-No se puede confirmar nada, pero la abuela cree que fue una forma de intentar callarla. Ella recuerda que intentaron subirla a un coche; es decir, que pudo ser un intento de secuestro. No pudo ver bien quiénes eran los individuos, aunque sí recuerda que uno de ellos podría ser ecuatoriano.

-Y con las movilizaciones en pleno auge, el asesino finalmente confiesa.

-Así es. Este lunes, el presunto asesino se entrega y dice que ha matado a la madre y a la hija y las ha enterrado en el parque de la Dehesa de la Villa de Ciudad Universitaria. La Policía pone en marcha el dispositivo para tratar de encontrar los cuerpos, se habla de alcantarillas, pero no se encuentra nada. Finalmente, se produce el desenlace en San Vicente de la Cabeza, en Zamora, donde la expareja tenía una finca.

-¿Cómo ha vivido la familia todo el proceso desde la desaparición de madre e hija en junio hasta el día de ayer, cuando se encuentran los cuerpos?

-Aquí, en España, el único familiar que tenían las fallecidas era la abuela Leonarda. Era abuela y suegra. El padre de la niña murió hace años asesinado, por lo que el dolor es triple para Leonarda. Ella fue la que denunció la desaparición y la que ha tratado por todos los medios de que se investigue la causa. Además, familiares de las víctimas en República Dominicana se pusieron en contacto con la embajada española allí, pero tampoco consiguieron nada.

-¿Y la comunidad dominicana, a la que ha estado informando del suceso, cómo se lo ha tomado?

-En un principio se contaron varias versiones. En líneas generales, sí se ha seguido el caso desde República Dominicana. Aunque, quizás, el movimiento más impactante fue la caminata que se realizó en Madrid y en la que participó la colonia dominicana residente en España. Es un suceso muy lamentable, no hay otra palabra. Y el desenlace ha sido fatal.