La falta de vecinos en los pueblos de la comarca hace que peligren las fiestas patronales de otoño e invierno que tradicionalmente se celebraban en estos municipios.

Vega de Nuez, pueblo perteneciente al municipio de Viñas, ha vivido su día más importante del año con la celebración de las fiestas en honor a San Martín de Tours, mantenida en su época otoñal, aunque retrasada al fin de semana para favorecer la presencia en el pueblo de los emigrantes y foráneos.

El padrón tiene inscritos 19 habitantes, sin embargo la realidad es que entre semana, "solo doce vivimos aquí". Muy lejos quedan sus momentos de mayor vida y esplendor cuando 126 personas, niños, jóvenes y mayores, allá por 1910 allí residían como agricultores y ganaderos.

Bailes a cubierto

La misa en honor al patrón fue emotiva, a pesar de la soledad que como en la mayoría de los pueblos dejó la emigración, éxodo rural y despoblación. Tras la comida, por la tarde, los hombres y mujeres de la agrupación alistana "Manteos y Monteras" llegaron con sus trajes típicos alistanos, gaitas y dulzainas para animar el ambiente. Mas de treinta folcloristas frente a una docena de vecinos hasta que poco a poco les fueron acompañando paisanos llegados desde otros pueblos como Viñas, San Blas, Ribas, Rábano y Tola. La exhibición dio paso a la participación y los hombres y mujeres de Vega de Nuez compartieron alegría, pista y bailes con los propios folcloristas y con los alistanos llegados de otros pueblos. Ya por la noche, el temporal no pudo impedir la animada verbena popular que contó con un grupo musical de lujo, "Punto y Aparte", de Madrid, que logró congregar al mayor número de personas en el pueblo a lo largo de todo el año.

Vega ya existía como población en 1606 contando entonces su iglesia de San Martín con 20 feligreses. Entonces era anejo de la parroquia de Santa María de la Asunción de Nuez (de ahí su sobrenombre) perteneciendo a ella hasta 1828 en que se erigió en "tenencia perpetua, hoy coadjutoría". En el Catastro del Marqués de la Enseñada de 1752 la localidad destacaba por disponer de tres molinos harineros: destacándose entonces la abundancia en su término de abundantes y copiosas fuentes de agua. Vega de Nuez ha cumplido con la tradición y tras vivir las fiestas vuelve la tranquilidad al acogedor pueblo cuyas gentes son muestra y ejemplo de convivencia y hermandad.