Samir de los Caños es el último pueblo en sumarse al control de la producción micológica. En este caso el Ayuntamiento otorga únicamente permisos a los vecinos de la localidad que, de esta manera, se han convertido en los principales benefactores de la producción.

La masiva afluencia de forasteros en la campaña de 2013 llevó a Rabanales a regular este año, desde septiembre, la recogida de setas. En este caso concreto el término es uno de los principales productores de la Amanita caesarea o huevo de Rey, lo cual atraía a los recolectores foráneos tanto por su preciado valor gastronómico como el alto precio en el mercado agroalimentario internacional.

La regulación micológica directa afecta ya en la comarca a 20 pueblos: Figueruela de Arriba (Flechas, Riomanzanas, Moldones, Villarino Manzanas, Gallegos del Campo y Figueruela de Abajo), Mahide (San Pedro de las Herrerías, Boya, Las Torres y Pobladura), Rabanales (Matellanes, Grisuela, Fradellos, Ufones y Mellanes), Ferreras de Abajo y Litos. A ellos hay que sumar los 9 municipios de la Unidad de Gestión del Micocyl con 30 pueblos diferentes. Mientras que en el caso de los pinares y los níscalos la regulación es más fácil de llevar a cabo al ser en su mayoría Montes de Utilidad Pública, el problema se acrecenta con el Boletus edulis ya que los jarales son muchos de propiedad privada y el abandono de la agricultura y la ganadería han dejado auténticas selvas donde es casi imposible identificar los minifundios, sin no hay concentración parcelaria-, para su señalización.