El ganadero de Peque, Rafael Lobato Prieto, presentó ayer una denuncia contra el Jefe de Servicio de Agricultura de Zamora, Isidro Tomás, "por acoso", a raíz de la carta entregada para anunciar, entre las medidas posibles, el sacrificio de las 800 reses si no se hace cargo de su cuidado. Además de la carta se entregaron en sede judicial diversos documentos como el parte de confirmación de la baja laboral expedido ayer.

Sobre esa misma hora, las once de la mañana, veterinarios del Servicio Territorial de Agricultura levantaron el segundo acta de inspección en la explotación, aunque no accedieron al interior de la nave al no estar presente el titular. Esta inspección viene a sumarse a más de una decena realizada este año, que convierten a Lobato en uno de los ganadero más supervisados del país.

A primera hora de la tarde Rafael Lobato abrió, por tercer día consecutivo, la cancilla del redil para que el grueso del rebaño saliera a comer el pasto, ya que dentro de la instalación no hay alimento. Por ese motivo el ganadero señalaba ayer que "no sé como estarán las ovejas dentro, porque yo me arriesgo a entrar dentro y tener un accidente laboral estando de baja".

En esta situación se encuentran al menos una veintena de animales que no pueden salir fuera del recinto. El ganadero no descartó que desde la Junta se levanten actas diarias mientras él está de baja laboral por depresión. Lobato señaló que subirá todas las tardes a abrir las rejas de las cancillas "porque no voy a dejar que toda la explotación se muera de hambre".

Las ovejas que van al campo no tienen problema aunque la única custodia que tienen es la de los perros mastines de la explotación, que vigilan la entrada de intrusos en la zona donde se encuentra el rebaño.

Lobato criticó ayer que " durante años, todas las administraciones han ido a acosarme y, ahora, todos se desentienden del problema". Ninguna institución "ni la Junta ni nadie, se responsabiliza a pesar de saber la situación delicada que hay, creada por ellos mismos porque no han resuelto el problema del camino". "A poner problemas han venido todos, a poner soluciones ninguno" dijo. El pasado martes entregó en el Ayuntamiento de Peque copia del escrito que se mandó al servicio de Extensión Agraria de Puebla comunicando que hacía entrega de la explotación "al no poder atenderla por baja laboral".

Rafael Lobato reiteró que ha pedido "por activa y por pasiva" que se marque el camino existente en los planos catastrales. El camino original de los planos está ocupado por una finca, modificado en otro punto y no es posible el acceso de vehículos de más de 1,8 metros de anchura, lo que impide el acceso de camiones y remolques. Esta estrechura, que impide el acceso de vehículos de cierta entidad, es reconocida por los juzgados, por la empresa de recogida de cadáveres y hasta por el Ayuntamiento.

En estos momentos el término está en proceso de concentración parcelaria y según Lobato "la responsable de que no haya caminos es la Junta". El acceso a la finca se hace ahora por una rodera que atraviesa fincas particulares y por la que no pueden entrar los camiones sin autorización de los propietarios.

Por otra parte, el ganadero sayagués, M. P. se mostró ayer dispuesto a adquirir el ganado en el caso de que la Junta de Castilla y León decida sacrificarlo, aunque se inclinó por defender ante la jefatura del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería que "por nada del mundo opte por el sacrificio de una ganadería que lo único que puede sufrir de seguir desatendida es desnutrición y que no puede llegar a este extremo por causa de un camino". Hoy tiene previsto entrevistarse con responsables de Agricultura, en Zamora, para mantener con vida la ganadería de Rafael Lobato.