El calvario comenzó el 22 de agosto de 2007 con el arado de la vía de acceso por el que fuera entonces teniente alcalde, Agapito Lobato, pero "a título particular y por mandato" de los propietarios de las fincas que atravesaba. El Ayuntamiento, en un escrito que forma parte de una diligencia judicial, señala que "el camino utilizado no existe como tal", y menciona el llamado Del Chano como "el que da acceso a la explotación". Esta vía ha sido objeto de múltiples revisiones que desvelan que, en algunos puntos, "no tiene una anchura de más de dos metros", lo que impide la entrada de cualquier camión. Las denuncias llovieron entonces por el apilamiento de cadáveres en un punto de la explotación, al no poder entrar el camión. Por sentencia de marzo de 2011, Lobato comenzó a sacar los cadáveres, son sus propios medios, a una parcela próxima a la carretera, donde también se sucedieron las denuncias. La concentración parcelaria, que se apuntó como solución, está parada.