A. D. L. se mostraba ayer aturdido por la situación creada y aunque no quería hablar sí expresó a este periódico su desconcierto "porque no entiendo muy bien lo que está pasando". Según él todo tiene que ver con una denuncia de un vecino del pueblo que generó una inspección de la Junta de Castilla y León y después la intervención de la Guardia Civil.

Según él, "en la ganadería hay una vaca que parió hace un tiempo y que todavía no se ha recuperado; hay que entender que, a veces, hay animales que quedan muy débiles después del parto y eso es lo que ha pasado en este caso, le está costando mucho volver a su estado normal, estamos haciendo todo lo posible por recuperarla".

Respecto a la localización del cadáver de una res en su finca en avanzado estado de descomposición, el ganadero explica que "a veces ocurre que se te muere un animal, llamas al servicio de recogida de cadáveres pero no vienen inmediatamente, tardan y eso es lo que ha sucedido ahora, que el cadáver estaba ya en muy mal estado, esa es la explicación",

Asegura A. D. L. que las ganaderías de reses bravas están luchando por sobrevivir en un tiempo en el que se han reducido los festejos. En la finca pastan, según él, una treintena de vacas bravas y dos sementales, uno de ellos indultado tras un festejo.