La Raya pone en marcha una nueva iniciativa, pionera en la provincia de Zamora, cuyo objetivo será el aprovechamiento de los restos de los pinares afectados por los incendios desechados por las madereras en las subastas, principalmente copas y ramas. El objetivo es limpiar los montes, evitar nuevos fuegos y luchar contra la plagas que surgen tras arrasar las llamas los pinos.

De está manera se esta evitando la propagación de temidas plagas, como por ejemplo la "Ips sexdentatus", que en los años 90 del siglo XX y como consecuencia de los incendios de aquellos años dejó tocadas las repoblaciones de pinos y contra las que desde la Junta se luchó durante años, a fuerza de fuertes inversiones económicas, hasta mantenerla a raya.

A causa de los grandes incendios forestales ocurridos en 2012 y 2013 en la provincia de Zamora se ha constatado un progresivo incremento de la población del coleóptero denominado "Ips sexdentatus", en varios términos municipales de la provincia de Zamora.

Dicho insecto está considerado, según los propios expertos, como "el causante de una de las plagas potencialmente más graves que pueden sufrir los pinares, dado que es el escolítido perforador más peligroso de la fauna española, por lo que la dispersión y extensión de esta plaga ocasionaría perjuicios económicos y ecológicos muy serios".

Troncos limpios

Hasta ahora, en las subastas, las financieras madereras solo aprovechaban los troncos limpios de pinos y chopos cuyo destino final era, entre otros, la fabricación de palets para el embalaje de materiales de construcción, postes de teléfono y de cerramientos y tutores para los emparrados de los viñedos, dejando abandonados de la mano de Dios en los lugares de corta las ramas y copas de los pinos cortados, con el consiguiente peligro de incendios y plagas. Pero desde hace poco tiempo se está empezando a comercializar estos restos así como los pinos jóvenes que sucumben bajo el pasto de las llamas, ya que antes no tenían ningún valor.

Los novedosos aprovechamientos se están realizando en los montes de utilidad pública "Majada Linares" de Ceadea, y "Majada Boquerón" de Arcillera, ambos en municipio de Fonfría. Son pinos regenerados de 18 años de edad que perecieron en el incendio del 1 de agosto de 2013 iniciado en la población lusa de Cicouro por una cosechadora.

La tercera actuación se centra en el municipio de Figueruela de Arriba sobre una superficie total de cuatro hectáreas plantada hace quince años, en pleno espacio natural de la Sierra de la Culebra. Sufrio un incendio el 24 de junio del pasado año, como consecuencia de la caída de un Rayo. Solo en el Monte de Utilidad Pública "Chana y Agregados" de Figueruela de Arriba se astillarán 80 toneladas de madera, cuyo destino final, aunque lejos de su procedencia, será dar calor a los hogares de muchas familias por toda España.