La iglesia de San Pedro de la Nave estará cerrada al culto y a las visitas turísticas previsiblemente hasta el otoño, fecha en la que está previsto que concluyan las obras de restauración del templo visigótico, una de las joyas de la arquitectura religiosa zamorana, declarada Monumento Nacional.

Precisamente ayer comenzaban los trabajos preparatorios para proceder a la renovación de las cubiertas, actuación a la que se sumará la impermeabilización del recinto y la instalación de luz eléctrica, de la que ha carecido hasta ahora, iluminándose únicamente con la luz natural. El proyecto es más ambicioso, pues además de garantizar la conservación y potenciar la imagen del templo se ha diseñado un plan de gestión del edificio, orientado a mejorar y organizar la afluencia de visitas.

Una intervención integral que dirige la Fundación Santa María del Real en el marco del Plan Románico Atlántico con el fin de preservar la esencia del monumento construido a orillas del río Esla, entre los siglos VII y VIII. La construcción del embalse de Ricobayo obligó a traslado de la iglesia de San Pedro de la Nave a la ubicación actual. Un desmontaje y posterior montaje piedra a piedra que en año 1930 supuso toda una proeza y salvó al singular templo de su desaparición bajo las aguas.

Las obras complementarias para la puesta en valor de la iglesia incluyen la creación de un centro de recepción de visitantes, ya muy avanzado, integrado en el entorno del edificio, que servirá para ordenar el acceso a la iglesia y facilitar un área expositiva, donde poder mostrar las piezas y elementos históricos que, actualmente, atesora el templo. Se dispondrá además de cafetería y servicios.

Antes del comienzo de los trabajos, el pasado día 9 de mayo se vació la iglesia para facilitar los primeros trabajos en torno al templo y el montaje de andamios.

Desde el punto de vista eclesiástico, como medida provisional durante estos meses de obras, la parroquia de San Pedro de la Nave tendrá su misa dominical de víspera (sábados alternos a las 17 horas normalmente) y el resto de actos litúrgicos en el salón municipal, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de San Pedro de la Nave-Almendra.

Románico Atlántico es un proyecto de colaboración transfronteriza para la conservación del patrimonio en el que intervienen Junta de Castilla y León, Fundación Iberdrola, Secretaría de Estado de Cultura de Portugal y Fundación Santa María la Real, además de las Diócesis de Zamora, Astorga y Salamanca.