«Voy conduciendo con miedo porque salen animales por todos los lados. El otro día me salieron dos jabalíes grandes y siete pequeños. ¡Que me doy, que me doy, que me doy? y libré porque clavé los fresnos! Fue a la entrada de la autovía Rías Bajas, en Castro. Y el que menos culpa tiene es el conductor». Es la reciente experiencia que narra una joven de Puebla de Sanabria, que trabaja en un taller donde las reparaciones de las colisiones con los animales salvajes forman parte de día. «Aquí tenemos ahora dos coches, uno que se golpeó con un corzo y otro con un jabalí», expresa. Esta joven tuvo suerte o anduvo lista.

El año pasado, al menos 802 conductores no tuvieron tanta fortuna. Entre ellas la cuñada de Javier González, de Litos, que hace tres meses, a las doce de la noche colisionó en Villanueva de Valrojo con un venado «y tuvo que permanecer hasta las tres de la mañana en el lugar del siniestro porque ahora ya no lo llevan los rurales y tuvieron que venir los de Tráfico de Villavieja (Orense)».

El miedo está instalado en los conductores. Son varios los talleres de Zamora y provincia que a estas horas trabajan en la reparación de chaperones ocasionados por la fauna. Arreglos que oscilan «entre los 300 y 2.000 euros» porque, lo normal, es reentonar chapa, faros, radiador o, en otros casos, la luna u otros elementos del vehículo malparado. Todo si no hay que lamentar daños personales porque los sustos son inherentes al lamentable suceso.

Las incursiones de animales silvestres y domésticos en las calzadas y carreteras de la provincia de Zamora causan al año varios cientos de siniestros que provocan cuantiosas pérdidas a los usuarios de las vías por daños en los vehículos, cuando no humanos. Especialmente peligrosas resultan las principales vías de comunicación que discurren por cotos de caza mayor, por los ámbitos de la reserva de caza de la Sierra de la Culebra y, desde hace tiempo, por los entornos del trazado del AVE, sometido a voladura de los suelos con dinamita y a un trajín de camiones pesados, máquinas y obreros desconocido en cualquier otra época carente de proyectos de tan impactante infraestructura. Pero no quedan ni muchos menos al margen las carreteras secundarias que discurren por territorios donde se hospedan especies de caza mayor. La expansión de la fauna mayor por los ámbitos de la provincia también queda puesta de manifiesto por el registro de colisiones o avistamiento de animales no vistos hasta los últimos años. El corzo corre por Arrribes del Duero y lo saben algunos cazadores que han visto marchar a sus perros a escape y regresar tiempo después hartos de correr un alma en vilo.

En el año 2013 los accidentes por la fauna silvestres sumaron dos más que en el ejercicio anterior, 634 frente a 632; si bien, en conjunto, sumados los provocados por animales domésticos, el cómputo se rebaja en dos porque se constancia de un total de 802 accidentes con los animales, a lo largo del pasado año 2013, cuando en el 2012 se contabilizaron un total de 804, según datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno de Zamora.

El desglose pone de relieve que los atribuidos a fauna silvestre superan, con creces, a los provocados por los animales domésticos. Así, durante el pasado año de los 802 accidentes 114 fueron debidos a colisiones o atropellos de animales domésticos, frente a los 634 de la fauna montuna, aunque también se apuntan otros 54 atribuidos a otros. Por especies silvestres, el jabalí se alza como el principal causante de siniestros, con 292 casos, seguido por el corzo con 175, el ciervo con 122 y el zorro como partícipe en otros 34. En lo tocante a animales domésticos, los perros están implicados en 101 casos, los ejemplares de ovino en ocho, las reses de bovino en tres y en otros dos el equino.

El desglose pone de relieve que los accidentes atribuidos a fauna silvestre superan, con creces, a los provocados por los animales domésticos. Así, durante el pasado año de los 802 accidentes 114 fueron debidos a colisiones o atropellos de animales domésticos, frente a los 634 de la fauna montuna, aunque también se apuntan otros 54 atribuidos a otros, entre los que están más de una decena de lobos, algunos tejones y otros animales.

Por especies silvestres, el jabalí se alza como el principal causante de siniestros, con 292 casos, seguido por el corzo con 175, el ciervo con 122 y el zorro como partícipe en otros 34. En lo tocante a animales domésticos, los perros están implicados en 101 casos, los ejemplares de ovino en ocho, las reses de bovino en tres y en otros dos el equino. Los dos últimos años han registrado un importante incremento de los siniestros respecto al año 2010, cuando se contabilizaron 530.