Una empresa de España y otra de Portugal serán las encargadas de afrontar a lo largo del otoño y el invierno las labores de limpieza, -mediante el aprovechamiento de la madera de pino silvestre y pinaster-, de los montes de utilidad pública afectados por el gran fuego de la Raya que, originado el 1 de agosto en Cicouro por una vieja cosechadora, arrasó parte de los términos de los pueblos alistanos de Vivinera (municipio de Alcañices) y Arcillera, Ceadea y Moveros (Ayuntamiento de Fonfría).

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha contratado, mediante tramitación urgente y procedimiento abierto, la enajenación del aprovechamiento por una cantidad cercana a los 500.000 euros. El fuego arrasó 114,5 hectáreas de pinares donde se han tasado en 27.136 metros cúbicos de madera con un valor inicial de 373.424 euros. La empresa española «Ramafosa», filial de «Tafisa» (Tableros de Fibra» de Valladolid será la encargada de limpiar los pinares de Vivinera y Arcillera, mientras que la portuguesa actuará en Ceadea. Se trata de árboles con más de 50 años y aunque no alcanzaron el precio que de verdes, su calidad y buen estado, han permitido en parte salvaguardar los precios. Además, al facilitarse el aprovechamiento urgente, la madera no perderá calidad, lo cual habría supuesto grandes y graves pérdidas para los pueblos afectados, entre los que se repartirán ahora los ingresos.

Los propios maderistas españoles y portugueses, en su visita a los montes de pinares, el pasado mes de octubre, previa la subasta, no dudaron en reconocer que se trata de «madera muy buena» y a ello se sumó otro gran atractivo para las empresas, la fácil evacuación: la carretera Nacional 122 se encuentra a menos de un kilómetro. Medio Ambiente ha propiciado el aprovechamiento urgente con vistas a la inmediata limpieza de los montes para que sea en parte, la propia naturaleza, la que inicie su regeneración y para que la madera no pierda su valor de mercado.

El incendio de la Raya no solo originó grandes perdidas medioambientales sino también humanas pues dos bomberos, pertenecientes al Parque de Miranda do Douro fallecieron: Antonio Nuno Ferreira, de Sao Martinho de Angueira , y Daniel Falcao, de Cicouro.

El Incendio: Fue originado el 1 de agosto en la aldea fronteriza de Cicouro (Concelho de Miranada do Douro) por una vieja cosechadora.

Superficie quemada: 859 hectáreas. De ellas 815,4 son forestales: 379,7 de arbolado (la mayoría pinos y robles), 341 de matorral y 94,7 de pasto; más 43,6 de terreno no forestal.

Valoración: Monte de Utilidad Pública «El Majadal» de Vivinera: 63,8 hectáreas. «Monte Boquerón» de Arcillera: 14,9 hectáreas. «Majada Linares» de Ceaea: 35, 8 hectáreas.

Operativo: El incendio ha sido el tercero en importancia del verano en Castilla y León. Los gastos de extinción sumaron 234.416,36 euros.

Aliste cuentan con un ecosistema forestal único en Europa donde podemos encontrar plantaciones de árboles autóctonos que convierten a la Raya» en un paraíso terrenal para la salvaguarda sostenible del hombre y la fauna, juntos que no revueltos, si se sabe compaginar buenas prácticas y sentido común. El alcornocal de Cerezal, las madroñeras de Cabañas y Villarino tras la Sierra, los encinares de Figueruela o los robledales de Moveros, junto a las alisedas de riberas y fresnos de pradera, son un ejemplo de la fuente de vida. A ello se suman los pinares que se repoblaron a partir de 1950 por el Instituto para la Conservación de la Naturaleza. Nuestros montes y praderas, a parte de cumplir su tarea y parte en la regeneración de la naturaleza, pura y dura, incluido el ser humano, han sido y deben seguir siendo parte de los pueblos. No obstante, a nadie que viva en un pueblo se le escapa que la ganadería y la agricultura están de capa caída y ello trae consigo la proliferación de maleza: lo que antes eran jardines campestres van camino de selvas e infranqueables infiernos y la cosa irá a peor a medida que los pastores, cabras, ovejas y vacas desaparezcan. En lo que va de año en la Raya de han producido 55 incendios forestales, menos que los 146 de 2012. No obstante, de esos 55 el 81,8% fueron intencionados. La inocente Naturaleza origino con sus rayos cinco y el hombre 50.