La iglesia de Santa María de San Martín de Castañeda da un paso decisivo con la implantación de tecnologías de I+D+i de monitorización ensayadas en las cubiertas del ábside y los absidiolos, además de un modelo de eficiencia energética y sostenible en la pequeña capilla para la parroquia que permitirá exportarla a otros templos de Castilla y León.

La actuación revisada ayer por los representantes de las diferentes instituciones que integran la Fundación Santa María La Real, y que desarrollan el Plan de Intervención Románico Atlántico, junto con Portugal.

El director General de Fundación Iberdrola, Rafael Landín, destacó este proyecto «emblemático» dentro del Plan donde ya se ha ejecutado el 60% de las intervenciones en los 24 templos hispanolusos del proyecto.

En el templo de Santa María de San Martín de Castañeda es «novedoso» el uso de la tecnología con finalidades preventivas en el patrimonio tras los trabajos previos de monitorización del templo. Un control similar al implantado en todas las presas de Iberdrola, como subrayó Landín. Las mejoras introducidas en la electrificación del templo reducen sustancialmente el consumo. Esta intervención «es ejemplo de eficiencia energética» con un ahorro del 80%, que «va a mejorar la factura de la parroquia y el medio ambiente. La instalación total va a suponer la potencia de medio microondas de los que tenemos en nuestra casa» destacó Landín.

Los datos de monitorización constatan que «el problema más importante es la condensación de humedades». Con los sensores se cuantifica y mide con precisión lo que realmente está ocurriendo y permitirá tomar decisiones técnicas racionales.

La recuperación de las cubiertas del ábside principal, los absidiolos y la capilla cuentan con una cámara de aire donde están alojados los sensores que continúan monitorizando.

Las actuaciones en otro de los templos significativos para Iberdrola y para la provincia zamorana, San Pedro de la Nave, además de los trabajos de monitorización, está proyectado construir un centro de visitantes junto con la adecuación del entorno.

Las piezas con valor patrimonial que aloja el templo, como las estelas funerarias, pasarán al centro para fomentar el turismo relacionado con el románico.

Autoridades y un pequeño grupo de vecinas de San Martín presenciaron la proyección sobre los muros de la iglesia de San Martín de Castañeda del audiovisual, realizado por la Fundación Santa María la Real, para explicar que la intervención en el edificio aún no ha concluido. La actuación se ha desarrollado en el marco del Plan de Intervención Románico Atlántico, en el que participan la Junta de Castilla y León, Fundación Iberdrola y Santa María la Real, junto con la Secretaria de Estado de Cultura de Portugal y las Diócesis, entre ellas las de Astorga.

El director General de Patrimonio, Enrique Saiz, apuntó «un desarrollo territorial en base al patrimonio». Saiz recalcó la concertación publico privada, en el caso de la Fundación, como una vía para la conservación del patrimonio. Es innovador en uso de tecnologías I+D+i para la conservación preventiva que coloca «a Castilla y León a la vanguardia». En la iglesia de Santa María se ha ensayado una cubierta invertida, donde hay una cámara de ventilación, en los ábsides para reducir la condensación. En este proyecto no está previsto una nueva intervención para restaurar las cubiertas del templo pero el director trasladó la voluntad de la Junta de acometer más adelante la totalidad de las cubiertas, en base a la fórmula ensayada en los ábsides.

El director de Patrimonio subrayó el sentido de utilidad para la parroquia y «la garantía para que el patrimonio perviva». El proyecto del Románico Atlántico tiene además una proyección con Portugal que «va a contribuir a dinamizar estos territorios en base al patrimonio». El arquitecto Secretaría de Estado de Cultura de Portugal, Paulo Amaral, también participó en el recorrido por las partes restauradas del templo.

El elemento que ayer despertó mayor interés fue la pequeña capilla con bancos calefactados, para evitar el frío no solo de los feligreses sino del propio templo, y de un sistema de apertura automática de ventanas, que permite garantizar el mantenimiento de unas adecuadas condiciones higrotérmicas.

Todo ello completado con una mejora de la iluminación, que ha servido no sólo para facilitar el culto en la sacristía, sino también para potenciar el atractivo turístico del edificio, realzando elementos como las pinturas murales de uno de los absidiolos.

Los vecinos hacen uso de esta capilla desde el mes de diciembre de pasado año. El delegado Diocesano de Patrimonio de la Diócesis de Astorga, José Manuel Ramos Gordón subrayó que «es tal la complejidad y volumen de la obra que nosotros solo podemos colaborar», y agradeció la labor de las autoridades. Para la parroquia «se ha recuperado un espacio precioso del siglo XVI, que era una trastera, que estaba inservible» dijo. Ahora «es una de las capillas posmodernas de la Diócesis». Mucho más emocionado se mostraba el párroco de San Martín, José Antonio Lafuente, que agradeció el trabajo y las mejoras además de la colaboración de todos, y que desde la Fundación de Santa María la Real «se hayan atendido nuestras sugerencias». Aunque el templo más emblemático de esta comarca aún reclama más atención, «hay que mucho que hacer todavía. La capilla es una gozada pero si miramos a aquel retablo se nos cae a cachos». Y ayer «como no llueve no vemos las goteras». El padre ya anunció que seguirá rezando para que «el Señor ponga fin a la crisis», y seguirá atendiendo a sus feligreses y abriendo el templo a los turistas, aunque vengan de Japón y con nevada.