El otoño de 2013, gracias a las abundantes lluvias, la humedad y las temperaturas suaves, pasará a la historia como uno de los más bondadosos en la producción de frutos silvestres se refiere. Así lo demostraba el pasado fin de semana la Jornada Micológica de Aliste, organizada por la asociación «Boletus Edulis», cuyos entusiastas participantes lograron recolectar más de 250 especies de setas diferentes en su viaje a tierras alistanas.

Hacia las 10 de la mañana, alrededor de 150 personas llegadas de lugares como Madrid, Bilbao, Valladolid, León, Salamanca y de toda la provincia de Zamora, se dieron cita el Centro de Estudio e Interpretación de la Micología de Rabanales, donde se distribuyeron en varios grupos para desarrollar la exitosa salida de campo junto a expertos guías micológicos.

El día acompañó y los profesionales y aficionados recorrieron los diferentes montes de jaras, pinares, castañas, robledales y praderas, pudiendo incluso conocer en pleno campo la tóxica y temida Tricholoma josserendii, fácil de confundir con la Tricholoma portentosum «Caronera), la cual ha llevado estos días a pedir a los recolectores aficionados y noveles extremar las precauciones para evitar posibles intoxicaciones humanas, al florecer en tierras alistanas.

Las micología, aparte de la importante actividad industrial, está cumpliendo con su otro objetivo de atraer gente al compaginar el campo y gastronomía. En las degustaciones del fin de semana en Sejas de Aliste destacaron los callos y garbanzos con la tradicional carbonera de «Bera», en Rabanales los Boletus edulis a la plancha y las delicias de Lactarius de la familia Matellán del Prado y en Ceadea la tarta de chantarela de casa de turismo rural «La Cantina».

Uno de los momentos más amenos llegaba por la tarde con la clasificación y exposición de las especies recolectadas, así como la elaboración y degustación de queimada con aguardiente de setas.

El municipio anfitrión de la Jornada Micológica de Aliste es el más activo dentro del sector comercial con tres plantas micológicas, siendo pionera la de «Faundez Gourmet» de Manuel Faundez Rivas en 1982 en Rabanales y posteriormente «Gabemar» (Familia Ganbella Martín) de Fradellos. Más recientemente surgía en Rabanales «Micozamora».