La Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León ha optado finalmente por dotar de una moderna capa de alrededor de 30 centímetros de hormigón espumoso y ligero para sustituir la pesada plataforma de rodadura original del «Puente de Requejo» construida con macadán (pavimento de piedra machacada) que ha aguantado tráfico de carruajes, vehículos y ganados trashumantes durante 99 años sobre el histórico viaducto que une las comarcas de Aliste y Sayago, sobre el río Duero, a través de la carretera regional ZA-321: desde la Nacional 122 (Bermillo de Alba) a Moralina.

En el día de ayer la empresa «Collosa» (Construcciones Llorente) tenía ya limpia toda la estructura de la que según fuentes cercanas a las obras se retiraron alrededor de 400 metros cúbicos de macadán. De hecho la plataforma ya superaba los 40 centímetros de grosor, pues a las piedras originales se le habían ido añadiendo las posteriores capas de los arreglos mediante arena y riegos asfálticos. Para extraer el macadán hubo que empezarse en el medio y luego hacia las dos partes, de Pino del Oro y Villadepera, para que el puente mantuviese nivelados su peso y equilibrio. La limpieza hubo de culminarse a mano. Una ve limpia la estructura metálica técnicos expertos han procedido a la reposición y soldado de las chapas metálicas que estaban oxidadas.

El puente, obviamente no es una estructura estática, no esta quieto, se mueve. La solución adoptada en su día para soportar los movimientos del espectacular estructura metálica fue asentarla sobre 12 rodillos, también metálicos, 6 en la margen de Pino y 6 en la de Villadepera: 3 en cada uno de los cuatro puntos de asiento sobre las zapatas de hormigón. Alguno de ellos, en la parte alistana se habían movido de su posición y prácticamente estaban fuera del sitio. Lo que ahora se ha hecho es sacarlos todos y volver a colocarlos adecuada mente en su sitio de origen.

La nueva actuación tiene como objetivo principal aligerar el peso del puente con materiales más ligeros que entonces no existían.

El Puente de Requejo soporta un tablero metálico de 6 metros de anchura, que está formado por pequeños tramos de entre 6 y10 metros de luz, que se apoyan sobre el arco y las palizadas ataluzadas que llegan a alcanzar los 20 metros de altura. Para equilibrar los esfuerzos del viento el ingeniero José Eugenio Ribera recurrió a dar un talud 1/12 no sólo a las palizadas sino a las cerchas del arco, a costa de aumentar las dificultades del montaje.

El peso de hierro utilizado fue e 414 kilos por metro frente a los 6.000 y hasta 9.000 de los puentes Eiffel. El arco tiene un espesor creciente entre celosías y en la zona de apoyos alcanza una luz de 120 metros y una flecha de 24.

Aunque la zona de transito rodado se asienta sobre el puente, no sucede lo mismo con las pasarelas peatonales que van en voladizo sobre el vacío.