Agentes del Servicio Especial de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), de Puebla de Sanabria, investigan los daños denunciados por un vecino de Sagallos, Félix Escudero Gallego, en un colmenar situado en el término de Entrepeñas, municipio de Asturianos.

Propios y extraños se dividen entre la perplejidad y la incredulidad porque las sospechas de los daños apuntan presuntamente a un oso. El apicultor se encontró el pasado martes a las 9.10 de la mañana con 8 colmenas volcadas de las 37 que tiene colocadas en el paraje «Prao Redondo», en una zona de monte a poco menos de 500 metros del embalse de Cernadilla. Los agentes del Seprona revisaron la zona el mismo martes por la tarde, como precisaron los vecinos de las casas más cercanas al camino que conduce a la explotación.

El apicultor verificó que las colmenas estaban volcadas aunque sin daños aparentes. «Solo había algunas abejas muertas, pero daños en las colmenas no había», circunstancia que el propietario achaca al cierre de las cajas.

En el pueblo, la presencia del oso es algo desconocido, de ahí que haya causado cierta duda y perplejidad, aunque hay alguna vecina que por, si acaso, no irá de paseo a la zona del Redondo. En el propio pueblo de Entrepeñas apuntan que no es el primer ataque. No hay noticias ni recientes ni históricas del paso del oso por este territorio, a medio camino entre la Carballeda, la Baja Sanabria y la Requejada. Y así lo confirma Escudero, que en el mes de noviembre del pasado año se encontró con 27 colmenas volcadas en la explotación, sin causa aparente, de las 53 que en ese momento tenía colocadas en Entrepeñas. El apicultor ha tomado la decisión de llevarse las colmenas y buscar una nueva ubicación para evitar nuevos incidentes, mientras se aclara la autoría de este desaguisado.

En esta zona, entre los pueblos de Entrepeñas y Asturianos hay más de un millar de colmenas de vecinos de los pueblos, de los apicultores de la zona y de extremeños. En el caso de las colmenas trashumantes se tardará en saber si hay algún daño porque estas colmenas tardan varios meses en revisarse por parte de los apicultores.

En los daños registrados en noviembre por Félix Escudero Gallego, el vuelco de las colmenas, no sospechó del oso, pero tampoco encontraba explicación. Ahora parece que las cosas se van aclarando.

«Contamos en la Venta del Pino que habíamos visto un oso y todo el mundo se echó a reír. No volvimos a contarlo». Con estas palabras narra una de las dos personas, Ángel Prada, de Otero de Sanabria, que hasta ahora dice haber visto el oso, no sin reparo de narrarlo «porque se van a volver a reír».

El avistamiento fugaz ocurrió por estas mismas fechas el verano pasado, cuando Ángel Prada y José Román, de Cernadilla, circulaban por la carretera y el oso cruzó la calzada. Eran sobre las once de la noche y los faros del vehículo dejaron ver un animal grande atravesando la carretera entre Asturianos y la gasolinera del Pino, cerca de la Charca de las Carvas, un paraje de huertos. Como ganadero y cazador tiene claro que no era un jabalí ni grande ni pequeño, ya que, está acostumbrado a diferenciarlo bien.

La cosa ya no es tan graciosa ni tan hilarante después de conocerse los ataques a una treintena de colmenas entre los términos de Muelas de los Caballeros y Vega del Castillo. La distancia precisamente entre las dos zonas, la parte alta del Monte Velilla, y el valle de la zona del Tera da que pensar, aunque Felix Escuredo afirma que el oso es un animal que anda largas distancias. La otra posibilidad es que en la zona transiten al menos dos osos en el territorio.