Después de seis días de fiestas, Fuentesaúco finalizó ayer su Semana Grande con sabor agridulce, según su alcalde, Gaspar Corrales. Los Espantes pusieron la nota negativa a los festejos, ya que no dieron el espectáculo de antaño. A pesar de ello el ambiente festivo consiguió levantar el ánimo de los más exigentes.

Las altas temperaturas fueron una constante durante los festejos. Niños, jóvenes y mayores participaron en las celebraciones gracias a una oferta que guardaba algún espacio para cada uno de ellos. La cantera saucana fue la primera en poder disfrutar de juegos y de la esencia taurina, que es la que hace subrayar estas fiestas en el calendario.

La escuela infantil fue la encargada de enseñar los primeros pases a los más pequeños, tras ellos los fuegos iluminaron la noche y los rostros de los habitantes de la localidad.

Los encierros y los Espantes marcaron el inicio de los días grandes de los festejos, a los que tanto foráneos como los propios saucanos acudieron con una gran expectación. Como siempre estas citas taurinas entretuvieron a valientes y menos valientes. Todo se cumplió bajo la más estricta corrección, por lo que todos disfrutaron sin ningún tipo de peligro.

Los toros unas veces por darse un chapuzón en la charca o otras por remolones no quisieron hacer frente a los espantadores. Los morlacos no consiguieron ejecutar una buena subida por el prado, a pesar de pertenecer los novillos «a dos de las mejores ganaderías», según el alcalde.

También mantiene el edil popular una visión positiva respecto a la novillada. La falta de gente en la plaza durante el certamen del «Garbanzo de Oro» no lo achaca al tipo de evento, ya que justifica que «tampoco se llenó cuando toreó El Juli».

Pero la naturaleza de la cita sólo responde a que la «plaza de toros se debe usar durante las fiestas» y cree que esta iniciativa, que pretende promocionar la legumbre, a la vez que dar una oportunidad a los más jóvenes novilleros, «cumple con todas las expectativas» que «a priori» se propusieron desde el Ayuntamiento.

Corrales afirma que la localidad saucana «ha recibido a bastante gente tanto por la noche como por el día». Según el alcalde de la capital de la Guareña, esto ha sido «fruto del buen tiempo». Gracias a ello han podido disfrutar de los eventos previstos en el programa.

El cierre a las fiestas contó ayer con dos encierros y una actuación a cargo del grupo «Alquitara». A las 22.00 horas se cerraron los festejos con un último encierro, tras dar el usual chupinazo de fin de fiestas.