En la tarde de ayer dirimían en el coso saucano quien iba a ser el ganador del II Garbanzo de Oro, que había empezado allá por el mes de marzo con el II Bolsín y concluyó ayer con dos jóvenes aunque uno, Jorge Alba, no había participado en el certamen. Al final se llevó el trofeo Alvaro García, de Guadalajara.

Jorge Alba, joven chiclanero que está aprendiendo en Toledo, tuvo a la gente a su favor por su toreo alegre y bullicioso, muy al estilo andaluz. Sabe manejar el capote y lo demostró con sus enemigos, desde una larga de rodillas, pasando por verónicas y otras diversas suertes a lo largo de todos los toros porque ninguno perdió la posibilidad de torear tanto a sus erales como en los de su compañero.

En su trasteo a su primero posiblemente le hiciera lo más torero de la tarde entendiendo muy bien la embestida brava pero que hacía hilo en los pases por lo que tenía que perderle el paso para podérselos ligar. Como buen andaluz se adornó en varios momentos e incluso se desplantó en una ocasión. Remata con unas bernardinas antes de cobrar una gran estocada entrando a ley que sirvió para soportar a su enemigo en el coso saucano.

En su segundo, el toreo de capote tal vez fue excesivamente rápido y apenas conectó con el publico. Empezó su trasteo por bajo pero casi todo él lo hizo sobre la mano izquierda logrando momentos de intensidad en algunos muletazos con la mano zurda. Después de unas manoletinas finales se volcó entrando a matar en sus segundo intento quedando prendido aunque sin consecuencias.

El joven Álvaro García también puso todo el interés en su toreo de capa destacando las verónicas que recetó a su segundo eral. Tal vez las verónicas tuvieron también excesiva rapidez. En sus dos trasteos estuvo muy decidido, aunque creo que excesivamente pendiente de los tendidos y no tanto de su conexión con el toro. Lo mejor fueron dos tandas de naturales con la mano izquierda a su primero de mano baja y con largo recorrido.

Las dos estocadas fueron bastante defectuosas, cosa que seguro que corregirá más adelante.

El rejoneador Rubén Marín que completaba la terna lidió en primer lugar un novillo de «Raso de Portillo» que tuvo calidad. Lo mejor de su actuación fue la colocación de dos rosas en la última parte de su trasteo.

Al finalizar el festejo el jurado se reunió en el Ayuntamiento para dar un veredicto y el resultado fue conceder el garbanzo de oro a Álvaro García, de Guadalajara.

La pena ha sido el poco público que ha presenciado tanto el espectáculo del domingo como el de ayer lunes.