El Museo Etnográfico de Castilla y León acogió ayer la presentación del libro «Mascaradas e Pauliteiros: Etnografía e educaçao» en la que su autor, António Pinelo Tiza, acerca estas tradiciones tan arraigadas en la zona de Braganza y Zamora. El libro que presenta es fruto de su investigación particular para su tesis doctoral. Tiene por objetivo dar a conocerlas diferencias y similitudes que en estas costumbres se dan a los dos lados de la frontera.

-¿Qué nexo de unión hay entre las mascaradas de Portugal y la de Zamora?

-Hay varios elementos comunes entre ambas regiones. Las fechas en la que se celebran es el principal punto del que parte esta unión. La mayoría de ellas se llevan a cabo entre los días de Navidad y Reyes. A estos días se le conoce como «el ciclo de los 12 días». Algunas de ellas se celebran en carnaval pero no es lo usual, como ya digo el resto se celebran en este periodo. La simbología que representan estas mascaradas es otro punto que comparten. Las dos son ritos agrarios de la fertilidad. Además salen personajes comunes como «la filandorra», esta es la que se dedica a fertilizar las calles por donde pasa. «El carocho» es otro de los personajes que se comparte. Por ejemplo éste aparece en las mascaradas de Riofrío y de Miranda do Douro.

-¿Está garantizada la pervivencia de las mascaradas teniendo en cuenta el grave problema de despoblación que sufren los pueblos?

-Este es un problema que, a priori no ha afectado gravemente. Incluso diría yo que ha sido al revés, ya que en muchos municipios se ha recuperado esta costumbre que estaba totalmente enterrada. El caso de San Vicente de la Cabeza es un ejemplo, al igual que la Torre de Aliste.

-¿Los desfiles y concentraciones festivas no pueden despersonalizar estas celebraciones?

-No estoy de acuerdo con que se hagan este tipo de desfiles fuera de sus territorios. Sé que en Lisboa se lleva a cabo uno todos los años. Al final esto acaba por debilitarlas. No me extraña que se hagan en Zamora o Braganza, ya que ambas son tierras de mascaradas. Pero que se lleven a otros lugares me parece un error.

-¿Qué pretende dar a conocer con su libro?

-Mi objetivo primero es dar a conocer las afinidades que existen entre estas dos regiones. Hace nueve siglos existió en esta zona un pueblo denominado como los Zoelas, el cual habitaba justamente entre las dos zonas. Éstos eran una comunidad del pueblo astur que dejó mucha riqueza culturalmente ellas muchas de estas costumbres estudiadas. En el caso de la tradición palotera decir que antes de la Guerra Civil Española existían numerosos pueblos que practicaban este rito a lo largo y ancho de la frontero hispano-lusa, pero que con el final de la guerra la mayoría de ellos desaparecieron. También pretendo con el libro que se conozcan todos estos ritos porque en la zona portuguesa hay un gran desconocimiento de lo que aquí ocurre y en Zamora me da la misma sensación.

-¿No cree que estas fiestas necesitan el apoyo institucional para mantenerse?

-Es imprescindible que el apoyo vaya desde lo local a lo provincial, pero sin duda yo reforzaría la ayuda en la base. Los ayuntamientos, las cámaras municipales y las asociaciones municipales son órganos que deben colaborar en todo lo posible para que las mascaradas sigan vivas. Sin ellos la gente se desmotiva y al final todo esto se acaba perdiendo. Un ejemplo de ello es el caso de Sanzoles con la asociación cultural «Los amigos del zangarrón». Desde esta entidad local se ha potenciado de un manera notable las mascaradas.

-¿Todo este tipo de costumbres cree que debería estar más presentes en las escuelas?

-De alguna manera ya están presentes, aunque deberían impulsarse mucho más. Conozco algún centro que ya contempla este tipo de actividades. En el libro ejemplifico varios casos en el que los niños participan activamente desde la escuela en la creación de mascaradas. Se llevan a cabo representaciones, vídeos, charlas, exposiciones e incluso desde la Diputación han elaborado una actividad en la que los niños pueden contribuir con la tradición creando su máscara particular.

Investigador y escritor ha ejercido la docencia en Braganza. También ha desempeñado el cargo de director en la revista «Amigos de Braganza» y colabora con la prestigiosa revista «Studia Zamorensis». Vicepresidente en la Dirección de la Academia de las Letras de Tras-os-Montes y presidente de la Academia Ibérica de la Máscara es autor de obras como «Portugal y España, vidas parelelas», «Invierno mágico» o «Portugal desde España».