El delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, declaró ayer que el oso en la zona de Sanabria «no es desconocido y se sabe por parte de los técnicos de la Junta» y añadió que se está estudiando su presencia. En la guardería medioambiental había constancia de su presencia por huellas, aunque no aclaró cuándo se detectó la misma.

Castro instó a los vecinos de la zona estar tranquilos ante un animal «algo excepcional y que tenemos que cuidar, respetar y mantener el medio ambiente». En esta ocasión el delegado se adelantó a posibles especulaciones en cuanto a su origen para descartar su reintroducción por parte de la Junta; «no forma parte de ningún proyecto. Los animales no entiende de provincias ni límites territoriales. Se mueven por toda la geografía de nuestra comunidad».

El apicultor Isidro Bordel Lafuente revisó ayer varios de los colmenares que tiene repartidos en un perímetro de kilómetro y medio en las lindes de Vega del Castillo y Justel para verificar que por segundo día consecutivo no había nuevos ataques de «Giorgino». Mientras persiste la inspección de la zona por parte de los agentes medioambientales de la Sección Territorial Primera de la demarcación comarcal forestal de la Carballeda. Ayer se a lo largo de la tarde se practicaron nuevas inspecciones en la zona del colmenar de Balgones, dentro del Monte de Utilidad Pública de Velilla, número 113.

El delegado comarcal de la organización Coag, José Manuel Soto, declaró ayer que «habrá que tomar muy en serio la aparición del oso y no vamos a admitir que se nos introduzcan más especies en esta zona». Soto subrayó que «la delegación territorial y la Consejería de Medio Ambiente tendrán que explicar muy bien de dónde ha venido el oso porque dudo que venga de León. Estamos hablando de unos montes que gestiona Medio Ambiente». Para Soto «ahora hay quien se apunta al carro de que cuantos más bichos mejor pero ahora tenemos una densidad de fauna que supera mucho los límites de lo que se puede mantener. Ahora con el oso aparecerán los defensores de medidas especiales para el plantígrado en contra de la propia población. Es curioso que desde la Junta haya recursos para el oso y no para mantener los servicios básicos en esta zona, como el tren o la sanidad». Soto reprochó que «en una zona sumamente despoblada como es ésta de la Carballeda solo hace falta que la administración dé prioridad a la conservación del oso en detrimento de la conservación de las personas». En cuanto a los daños en los colmenares Soto se remitió a los problemas que están teniendo los apicultores y ganaderos en las comunidades de Asturias, Santander y al norte de la Comunidad, en León.

El responsable provincial de UPA Aurelio González recalcó su contrariedad «ya es lo que nos faltaba. Alguien tiene muy claros los planteamientos en esta provincia donde llevan 35 o 40 años donde la política principal es favorecer la presencia de bichos y cuantos más mejor, y que se marche le gente. Lo están consiguiendo porque cada vez desde la Alianza para el Campo vemos que hay menos población, no hay actividad agrícola porque la gente de los pueblos ya no siembra porque se le coman los bichos».

Aurelio González precisó que «al no haber población cada vez hay menos servicios y no nos extrañamos de que nos cierren el tren y las urgencias. No es necesario que haya servicios porque el ciervo, el jabalí y el lobo no cogen el tren». En cuanto a la administración, «la Junta elude sus responsabilidades patrimoniales a la hora de pagar los daños, como en el caso del lobo. Si hemos conseguido que se paguen los daños es gracias a los juzgados». El representante provincial de UPA precisó que al norte del Duero «la Junta ha trasladado la responsabilidad a los cotos de caza que tienen que afrontar los daños». Dejó en interrogantes quién se responsabilizará de los daños del oso. Subrayó que la Junta tendrá que asumir los daños importantes que esta especie ocasione en las colmenas «valorarlos y pagarlos».