Nuestra Señora la Virgen de Fátima, conocida por los lugareños, alistanos y trasmontanos, como la «Gran Señora de la Raya», se reafirmaba ayer, una vez más, como un ya tradicional punto de encuentro y, además, fuente de hermandad y convivencia entre España y Portugal. Lo hizo con la celebración de la religiosa y multitudinaria romería internacional hispanolusa sobre las aguas del fronterizo río Manzanas, en los términos de Villarino Manzana de Manzanas (municipio de Figueruela de Arriba), en la comarca de Aliste, y Petisqueira (concelho de Braganza), en la región lusa de Tras os Montes.

A las 12 de la mañana, la procesión alistana salía de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Villarino, allá a la vera de «Peña Mira», bajo el tronar de los cohetes en una comitiva festiva abierta por los gaiteros, dulzaineros y tamborileros de la agrupación folclórica «Manteos y Monteras» que, luciendo los trajes típicos alistanos, además de la música y las danzas de antaño, pusieron ese colorido característico que sólo puede dar brillo la ancestral indumentaria alistana.

Los mismo hizo la procesión desde el templo de San Lorenzo Mártir de Petisqueira bajo los sones de la banda de Braganza. Autoridades y devotos, niños, mayores y jubilados arroparon a su Señora.

Las imágenes de la Virgen de Fátima, con sus respectivos cortejos de romeros, celebraron este año su emotivo encuentro sobre el nuevo puente internacional para continuar luego, en procesión, hasta el cercano santuario donde se oficio la Santa Misa, muy concurrida, por el párroco Marcelino Gutiérrez. Los actos religiosos continuaron por la tarde con el Rosario para regresar de nuevo en procesión.

Las romerías transfronterizas tienen su segundo gran atractivo en el aspecto comercial y allí, en «El Tablao», de España, y «Río de Encima», de Portugal, zamoranos y trasmontanos fueron gastando la mañana y comprando el café Palmeira o los pimientos y cebollas para la huerta o las rojas cerezas que como novedad volvieron a estar entre los más pretendido. En el lado español destacó la abundancia de estacionamientos y el buen control y coordinación por parte de los empleados del Ayuntamiento de Figueruela de Arriba lo cual facilitó los aparcamientos algo que agradecieron los visitantes muchos de ellos mayores.

Lo folcloristas con su maña y saber al ritmo de la gaita, el tamboril y la dulzaina animaron el cotarro haciendo bailar a los romeros al más puro estilo de antaño.