Cuando a primera hora de la mañana oyeron la sirena cruzando el pueblo hubo a quien se le pasó por la cabeza que fuera un accidente de tráfico. «Me dijo Rafael: "se acabó una familia", y yo pensé: ¿un accidente, pero a dónde iban?. Me contesta: "no, ha sido la escopeta". Me quedé fría».

Y así se fueron enterando los poco más de cien vecinos que pueblan Vegalatrave. A las 9 de la mañana el pueblo despertaba con un suceso de un alcance desconocido y a esa hora rodeado de extrañas circunstancias. Los tres miembros de la familia Oliver Peña -Luis José, María Asunción (Mari para todos) y José Luis- habían aparecido muertos después de que un chico del vecino Domez de Alba divisara desde el coche, al lado de la carretera, el cuerpo sin vida del padre con un charco de sangre cerca de la cabeza. «Parece que de intención lo haya hecho a la puerta porque sino qué se yo cuándo nos hubiéramos enterado» comentaba un vecino.

Así, el aviso del conductor, al filo de las nueve de la mañana, permitió descubrir el trágico hecho poco después de que el padre de familia presuntamente disparara contra su esposa y su hijo para finalmente terminar con su vida. «Tenía una herida en la cabeza y un arma al lado» contaba la alcaldesa de Vegalatrave, Mª Isabel Álvarez, quien junto a la juez de paz entró al jardín siguiendo las instrucciones de la Guardia Civil. «No veíamos ningún movimiento en la casa, nos parecía raro, todo estaba en silencio; al abrir la puerta nos hemos encontrado con la madre y el hijo tirados en el suelo».

Las primeras informaciones descartaban signos de violencia, como afirmó la propia alcaldesa, lo que dio lugar a todo tipo de especulaciones en este tranquilo pueblo de la comarca de Aliste, ayer espoleado por una tragedia de lo más insospechado. Poco a poco la vivienda de la calle Vereda se fue poblando de coches, vecinos, periodistas y varias patrullas de la Guardia Civil, que acordonó la zona.

No fue hasta el levantamiento de los cadáveres cuando se confirmarían los disparos por arma de fuego, también en los cuerpos de María Asunción y José Luis.

Aunque la familia no era de quedarse en casa, la ubicación de la vivienda, a las afueras del pueblo, hacía que no pasara mucha gente por allí. No obstante, los tres habían sido vistos el día anterior; el matrimonio dando un paseo por los alrededores de casa y el hijo por el pueblo. «Por la mañana estuvo a por recetas al médico y el "estoy muy contento porque ya está mi madre en casa"», comentaba otra vecina de Vegalatrave, Genoveva, impactada como todo el mundo con lo ocurrido.

Porque Mari, como era conocida por todo el mundo la madre de familia, hacía unos quince días que había estado ingresada en el hospital por un problema psiquiátrico. Sin embargo en el pueblo se apunta que se estaba recuperando y nada hacía pensar que eso pudiera desencadenar tan trágico desenlace que ha terminado de un plumazo con la vida de una familia.

«Eran ejemplares, encantadores» contaba una señora de Vegalatrave. «Ella estuvo unos días ingresada en Psiquiatría y cuando le preguntabas a Luis, su marido, se echaba a llorar el pobre. Eso quiere decir que la quería», comentaba para descartar cualquier problema en el seno del matrimonio. La propia Delegación del Gobierno también confirmó que no existían antecedentes de ningún tipo.

«No se sabe lo que ha podido pasar, era una familia buena, muy majos, muy normales; nunca les oí discutir» apuntaba, perpleja, Manoli, una prima de Mª Asunción y también vecina. «La última vez que los vimos fue el fin de semana porque nosotros vivimos en Zamora, y todo normal». Un mensaje que transmite todo el mundo en Vegalatrave. «No nos lo podíamos imaginar, estamos totalmente sorprendidos en el pueblo», ratificaba la alcaldesa. «Este es un pueblo tranquilo, sin ningún tipo de problemas y amanecer con esto... Lo ves en la tele y parece que nunca va a ocurrir, pero sí, ahora nos ha tocado a nosotros» se lamentaba Mª Isabel Álvarez.