El «cierre de las unidades veterinarias de Tábara, Manganeses y Santibañez no esta decidida, únicamente se ha hecho un estudio y se ha presentado a lo sindicatos agrarios para que lo analicen y presenten alegaciones». Así lo afirmó a este periódico el jefe del Servicio de Agricultura y Ganadería en Zamora, Isidro Tomás Fernández, en su visita a tierras alistanas. Según Tomás Fernández «esto no quiere decir que se vayan a cerrar por completo las unidades veterinarias. Dependiendo de la demanda de servicio igual pueden mantenerse abiertas varios días de la semana, para así poder atender en ellas a los agricultores y ganaderos».

Muchos de los alcaldes presentes son a la vez ganaderos y ven muy negro el futuro. «No tenemos porqué pagar los ayuntamientos pequeños los desmanes de los más grandes. Si nos quitan las unidades veterinarias esto se acaba». Es tal el desánimo que algunos llegaron a afirmar que «no queremos irnos a la ciudad. Estamos a gusto en los pueblos, pero es que no te dejan ya ni vivir, no puedes ni salir al campo a buscar flores para la fiesta sin que te denuncien».

Los agricultores y los ganaderos muestran su oposición rotunda a la supresión argumentando que «las unidades veterinarias nos facilitan gestionar las guías animales de traslados, ayudas de la Política Agraria Común, saneamiento ganadero de vacuno, ovino y caprino, cesiones de derechos, gestionar y actualizar los libros de explotación ganadera. No es que sea necesaria, es que es imprescindible. Ahora es un momento, no gastas ni la mañana. Madrugas, atiendes el ganado, vienes y haces el papeleo y vuelves para seguir las tareas. Luego, con los traslados, será imposible».

«Este tipo de atención es necesaria, pero nos siguen dando palos y siempre pagamos los más débiles: los ganaderos»

<Jesús Ángel Tomás Pino >

Alcalde y ganadero de Pozuelo