La propuesta de reestructuración de las Unidades Veterinarias de la provincia de Zamora, que afectaría especialmente a las sedes de Manganeses de la Lampreana, Tábara y Santibáñez de Vidriales, mantiene un tanto en vilo a los alcaldes de estos Ayuntamientos, quienes ya expresaron hace más de un año -y lo siguen haciendo- su total oposición a esta medida, entre otras cuestiones, porque consideran que no supone ahorro alguno y si perjuicios para los residentes en el medio rural.

El malestar es más evidente por cuanto que «oficialmente» no tienen conocimiento de nada y solo extraoficialmente les llegan las noticias de la posible reubicación de sus respectivas Unidades Veterinarias.

El alcalde de Manganeses de la Lampreana, Juan Carlos Bueno, expresó ayer que el director General de Agricultura «se comprometió» a mantenerles informados sobre el caso. Adquirió tal compromiso en un encuentro mantenido con el responsable, en Valladolid.

El alcalde de Santibáñez de Vidriales, Claudio José Delgado, también sigue el caso con preocupación de ahí que busque en otras provincias, como Burgos o León, pormenores sobre el asunto de la reestructuración de esas oficinas comarcales ya que oficialmente desconoce el devenir de las mismas.

Juan Carlos Bueno mantuvo ayer su convicción de que la supresión de la Unidad Veterinaria de Manganeses es un mero «empeño» de la Junta de Castilla y León que no puede justificarse «en el ahorro» por cuanto que los funcionarios seguirán igualmente y la oficina no supone gastos para la Junta.

Defiende el mantenimiento de la Oficina «por el servicio que ofrece, porque hace falta a los ganaderos y a la gente de los pueblos y porque, de cerrarse, obligaría a las personas a desplazarse a Zamora con el consiguiente gasto de tiempo y dinero». Bueno repara, además, en que en el caso de que se optara por el desplazamiento del personal veterinario algunos días de la semana, como algunos barajan, «el ahorro tampoco existiría». Reprocha que con estas determinaciones la Junta de Castilla y León «ponga trabas al mundo rural» y eche por tierra la potenciación a la que alude una y otra vez. «Voy a empezar a movilizar a los alcaldes de la zona, que ya expresaron su apoyo anteriormente» dijo ayer el alcalde de Manganeses.

Claudio José Delgado, por su parte, señala que ya llevó el asunto «a acuerdo plenario» y se aprobó la oposición al cierre. Sostiene que la comarca cuenta con un importante número de cabezas de ganado, de explotaciones y de industrias agroalimentarias, y defiende el nulo coste que supone la oficina para la Junta.