El concejal de Izquierda Unida de Moraleja del Vino Francisco Martín Domínguez, ha sido condenado a dos penas que suman 600 euros de multa por sendas faltas de desobediencia y alteración del orden público, como consecuencia de la disputa mantenida con el alcalde, Guillermo Freire, al intentar grabar un Pleno municipal hasta en dos ocasiones y que al final fue suspendido.

En concreto, la titular del Juzgado número 3 de Zamora condena a Francisco Martín a una primera multa de 30 días, a razón de diez euros diarios (en total 300 euros) por la falta de desobediencia, al hacer caso omiso de la orden del alcalde. En el ejercicio de su función como presidente del Pleno, el regidor le conminó a que dejara de grabar la sesión, manteniendo el acusado «una actitud hostil y displicente», lo que obligó a suspender el pleno del 5 de julio y posteriormente el del 2 de agosto.

Además la juez condena al mismo concejal de IU como autor de una falta de alteración del orden público a la pena de multa de 30 días a razón de diez euros (es decir, otros 300 euros), al ocasionar con su actitud la suspensión de los mencionados plenos. También le condena a pagar las costas del proceso, aunque el penado dispone de la posibilidad de presentar recurso contra la sentencia ante la Audiencia Provincial.

Se da la circunstancia de que la acusación, personificada en el alcalde, Guillermo Freire, asistido por el letrado Gabino Carro Espada, ofreció el perdón al concejal de IU, un acuerdo que éste rehusó. La acusación pedía también 600 euros por daños morales, aspecto que la sentencia no ha valorado.

Freire y Martín se han visto las caras en los juzgados en numerosas ocasiones en los últimos meses, todas ellas como consecuencia de los enfrentamientos protagonizados en la actividad política municipal y los jueces han condenado ya a ambos en distintas ocasiones.