El albergue de peregrinos de Villalpando solo recibió 33 peregrinos a lo largo del año pasado, según los datos recogidos en el libro de registros del Ayuntamiento, que se encarga de la gestión directa de las instalaciones.

La mayor parte de las personas que se alojaron en el albergue realizaban la ruta a pie, en concreto 21 de ellas, mientras que otros doce contaban con bicicletas.

El centro está situado en un piso que antes usaban los maestros que llegaban al pueblo. Cuenta con tres dormitorios, con dos camas en cada uno de ellos; un baño, una cocina y un salón. Los peregrinos que se alojan disponen de agua caliente y algunos electrodomésticos, como microondas, nevera y televisión.

En cuanto al tipo de calefacción, la vivienda cuenta con un radiador que se enciende con cierta antelación antes de que lleguen usuarios, en caso de que hayan avisado con anterioridad.

El Ayuntamiento no cobra ningún tipo de tarifa a los caminantes, que pueden depositar los donativos que consideren oportuno en un cestillo situado al efecto. Sin embargo, este dinero suele ser escaso y no llega para cubrir los gastos de mantenimiento, que incluyen la factura de la luz y la limpieza que realiza un operario del Ayuntamiento.

De la recepción de los peregrinos se encarga la propia concejala de Cultura, M.ª Eugenia Vidal. Según explica, «los peregrinos nos suelen llamar al Ayuntamiento con un día de antelación y se les informa de dónde pueden recoger las llaves». En caso de que los caminantes lleguen sin haber realizado ese aviso previo, pueden recoger las llaves en el domicilio de la propia concejala, que vive a poca distancia del albergue.

El albergue de peregrinos de Villalpando cuenta desde hace dos meses con nueva señalización proporcionada por la Junta de Castilla y León.