Pozuelo de Tábara cumplió ayer con la tradición, con devoción, alegría y por todo lo alto, como cada año, coincidiendo con la festividad de San Esteban Protomártir, al revivir la ancestral mascarada de invierno del Tafarrón, que por primera vez en su historia dio entrada a las mujeres. Para el pueblo, sus vecinos y emigrantes, sin lugar a dudas la jornada más grande del año desde hace siglos, por cultivar la fiesta y las creencias desde lo más profundo de la hermandad y la convivencia.

El Tafarrón, José Legido de la Fuente, y la Madama, Eduardo Román Conquero, fueron recorriendo una tras otra, desde primeras horas de la mañana, las casas de las familias para compartir con sus paisanos los buenos deseos, Les precedieron los músicos Alfredo Domínguez Prada y Eliseo Rodrigo Ramajo, a ritmo de dulzaina y tamboril, y los dos alcaldes: Sergio del Río Rodríguez y Modesto Gutiérrez Sánchez. Los encargados de organizar «La Función» fueron los mayordomos, este año, los hermanos Javier y Jesús Ferrero Vara, de León, Ángel de la Mano Gálvez, originario de Panamá, y Alberto Tomás Román, de Zamora.

La gran novedad de este año llegó con la entrada oficial de las féminas. Este año los «Entrantes», seguirán siendo cuatro, pero por primera vez entre ellos hay dos mujeres, Andrea Cordero Moreno, nacida en Madrid, y Ana María Sánchez Gutiérrez, de Santander, ambas hijas de emigrantes.

Hacia el mediodía se cumplía con la tradición de ir a buscar al alcalde del pueblo, Jesús Ángel Tomás Pino, para acto seguido dirigirse la comitiva de los 12 personajes, más el regidor y la moza que porta el bollo maimón (personaje independiente de la mascarada), a la iglesia parroquial de San Juan Bautista donde ya les esperaba el veterano y siempre querido párroco Diego Miñambres Temprano.

Uno de los momentos más vistosos y emotivos resultó ser la procesión, donde Tafarrón y Madama hicieron las venias a San Esteban, cuya imagen era portada a hombros por los entrantes. Ana María Sánchez fue la primera mujer en portarlo, junto a tres varones. Ello se debió a que la otra entrante, Andrea Cordero, era la moza que portaba el bollo Maimón y no podía efectuar las dos cosas a la vez. Como signo de perpetuidad se ofrecía al niño Diego Ferrero Legido, el último niño nacido en el pueblo. Finalizados los actos religiosos, el Tafarrón y la Madama continuaron con las carreras y ya por la tarde tuvieron lugar las «Votaciones» con los personajes de la mascarada y los mozos como protagonistas. Hoy, tras la misa, tendrá lugar el sorteo para designar a los mozos, entre los mayordomos, que darán vida a los principales personajes, Tafarrón, Madama y Alcaldes, para el año 2013.