La codorniz es una especie que ocupa una gran variedad de terrenos, aunque principalmente cultivos de cereal, forrajeras y pastizales. Durante el siglo XX ha sufrido un fuerte proceso de regresión, sobre todo por la supresión de cercas y matorrales. Aunque muestra muchas similitudes en su comportamiento con su pariente la perdiz, sus movimientos migratorios la singularizan entre todas las gallináceas. Esta ave de pequeño tamaño y plumaje gris moteado recorre miles de kilómetros para trasladarse en invierno a zonas más cálidas. Su observación suele ser difícil al permanecer escondida entre la vegetación, aunque el típico canto que el macho emite en primavera permite su fácil localización. Es una especie cinegética muy apreciada en la media veda, que en ocasiones comienza cuando el ave todavía se encuentra en pleno periodo de reproducción, según denuncian los ecologistas.

En la Reserva de Villafáfila tiene presencia aunque la última sequía situó la población del ave en el espacio protegido entre las peores de los últimos años, según confirmaron fuentes de la Junta.