Una mujer natural de Riomanzanas, en el municipio de Figueruela de Arriba, Aurelia Guadalupe Fernández Losada, ha cumplido 101 años, lo que la convierte en una de las vecinas más longevas del «Jardín de Aliste», en plena Sierra de la Culebra. Nació en Puebla de Sanabria el día 10 de diciembre de 1911. Desde muy pequeña se convertía en emigrante de la necesidad acompañando a su tío Antonio Fernández Losada, un cura sanabrés, que desarrollaba su labor en Puercas. Tras su primer destino, el sacerdote fue trasladado a Riomanzanas y allí Aurelia Fernández conoció a un joven labrador, Antonio López Crespo con el que formó su propia familia. El matrimonio tuvo dos hijos, José y Bernardo, que a su vez le dieron dos nietos y una biznieta: Lucía. La «Abuela de Riomanzanas» reside actualmente en la residencia de la tercera edad «San Salvador» de Rabanales de Aliste, donde ha celebrado la fiesta de cumpleaños con familiares y amigos.

Sus vecinos de Riomanzanas recordaba ayer con cariño a Aurelia Guadalupe Fernández Losada a la que califican como « muy buena vecina que se llevaba muy bien con todos», a la vez que le desean «mucha salud».

Aurelia lleva viuda 47 años, desde que en 1965 fallecía su marido Antonio López Crespo con 67 años, cuando ella tenía 54. Su vida continuó en el pueblo hasta 2009 en que una caída fortuita le produjo una lesión en la pelvis que le impedía subir escaleras por lo cual se fue a vivir a la residencia «San Salvador» de Rabanales.

En su última etapa en el pueblo, pasaba la mayor parte del año en Riomanzanas, hasta la Inmaculada, 8 de diciembre, cuando con la llegada del frío, se iba a vivir a Zamora con la familia, aunque «la ciudad nunca me gustó», según reconoce.