En 16 de mayo de 1932 las fiestas de Manzanal del Barco vivieron un hecho insólito en la provincia de Zamora: un grandioso festival taurino con tres de los toreros más ilustres de la época: Jesús Solorzano, Francisco Manzana «Chico de la Botica» y Antonio Márquez. El hecho tuvo lugar gracias a este último de ascendencia manzanalina como familiar de Concha Márquez Piquer. Los vecinos ayudaron a construir la plaza y la corrida se repetía en 1933 compartiendo cartel Márquez y Solorzano con Barrera y Alfredo Corrochano.