De las Heras destaca que «la zona oeste de la provincia de Zamora, bien bajo el aspecto militar, el agrícola o el minero, debió de tener cierta importancia a juzgar por el importante número de vías romanas que discurren por su geografía». Señala que «durante muchos siglos, una considerable riada de comerciantes, viajeros, soldados, ciudadanos o esclavos indígenas o romanos, surcaron este territorio, en dirección a Bletisa (Ledesma), a Fermoselle (Ocila) y a Miranda do Douro (Portugal) sirviendo de enlace permanente entre Roma y estas zonas tan alejadas de su enorme imperio». Resalta que la vasta red de calzadas romanas dejadas por Hispania tiene su reflejo en las vías que partiendo desde Ocellum Duri se dirigían hacia el oeste zamorano. Por Pereruela discurrían varias calzadas romanas de segundo o tercer orden que enlazaban con Vía de la Plata que unía Mérida y Astorga. Menciona las calzadas a Ledesma, a Fermoselle y a Miranda do Douro.