El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Alberto Castro, asegura que la muerte de un vecino de Muelas del Pan el pasado lunes se produjo antes de que se realizara la llamada al servicio de emergencias del 112. El informe solicitado a la Gerencia de Atención Primaria revela, según Castro, que «el 112 recibió una llamada a las seis y media de la mañana en la que se indicaba que había fallecido una persona».

Tras este aviso, «un médico de Atención Primaria se trasladó inmediatamente y se personó en el domicilio de la víctima, donde dio explicaciones a la familia y, por petición de la misma, se certificó su muerte a las cinco de la mañana y se realizó un parte de ayuda por fallecimiento de una persona».

Estas declaraciones, con las que también trasladó sus condolencias a la familia del fallecido, contradicen las realizadas por la Plataforma Tierra del Pan, Alba y Aliste «Quieren Vida», quien ayer aseguró que el fallecimiento de esta persona se produjo a las siete y media de la mañana, una hora después de que una vecina hubiera solicitado asistencia sanitaria al centro de salud Santa Elena de la capital. En todo caso, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León aseguró ayer desconocer si se había producido esa llamada telefónica al centro de salud de Santa Elena, pero recordó que «cualquier persona que se encuentre en una situación de emergencia tiene que llamar al 112, que es el que evalúa y pone a disposición los medios necesarios».

En referencia a la petición de la plataforma ciudadana de revocar el cierre de urgencias en horario nocturno a raíz de este suceso, Castro pide que «no se utilice cualquier fallecimiento para realizar exigencias, aunque sean legítimas, pero no se puede usar una muerte para motivar la necesidad de mantener urgencias a partir de la media noche».

Según matiza, «cada uno tiene derecho a hacer lo que considere oportuno, pero la Junta toma decisiones y las asume». Además, aprovechó la ocasión para recalcar que «Muelas cuenta con un consultorio, no un centro médico, en el que la Junta mantiene su horario de urgencias de tres de la tarde a diez de la noche y, los fines de semana, de ocho a diez de la noche».

En cuanto al fallecimiento por una infección de legionela de una vecina de Fermoselle, el delegado de la Junta, asegura que ningún otro usuario del centro residencial en el que vivía la víctima ha mostrado síntomas de la enfermedad «a fecha de hoy». Según destaca, cuando la Junta tuvo constancia de este posible caso de legionela «saltaron todos los niveles de vigilancia» y resalta que «han funcionado todos los protocolos de revisión y de análisis».

La residencia de ancianos de Fermoselle, según afirma, «ha sido sometida a una inspección sanitaria conforme». Por ello, la Junta de Castilla y León considera que este fallecimiento por legionela se trata de un «caso aislado, aunque estaremos vigilantes». La situación actual, según explicó Castro, «nos permite trasladar un mensaje de tranquilidad y normalidad sanitaria».