Las burra de pura sangre de raza autóctona zamorano-leonesa podrían ser una alternativa real y viable, complementaria a los mastines, para la prevención de ataques de lobos al ganado ovino en Aliste y en la Sierra de la Culebra».

Esa es una de las novedosas propuestas de «Wolf Wilf & Farmers» (Vida Salvaje y Mundo Rural) que ofrece en el Centro Cultural «San Francisco» de Alcañices una muestra itinerante, de martes a domingo, didáctica y divulgativa, donde conocer a fondo el mundo de cánidos y pastores sedentarios y trashumantes buscando su coexistencia: «lobo y hombre pueden y deben convivir juntos, no sobrevivir uno a costa del otro, que no es lo mismo, ni siquiera parecido».

La idea llega desde «Casa Grande de Xanceda», una pequeña e innovadora industria dedicada a la elaboración ecológica de yogures de alta calidad con una finca de 200 hectáreas, donde viven 400 vacas, en Mesía (La Coruña).

Desde 1966 a 2006 (cuarenta años) la ganadería no sufrió un ataque de lobos. En 2007 varios. Ello les llevó a buscar asesoramiento en una organización de protección de animales carnívoros en Namibia (África) donde existen los mismos problemas, pero con leopardos y guepardos. Así fue como surgió la idea de adquirir burras: «Desde que tomaron estas medidas no han vuelto a sufrir ataques de lobos aunque se han avistado por la zona».

En «Casa Grande» se vallaron 10 hectáreas de prados para guardar las vacas por la noche, actuando de guardianes 3 mastines y 1 burra: «Ésta se comporta como líder del rebaño y alerta si se acerca el lobo, poniendo en guardia a los perros y a las vacas, que además llevan cencerros, cuyo ruido al moverse desconcierta y asusta a los lobos».

La muestra analiza la conciliación de intereses, la eterna esperanza, que aunque no imposible, se aventura difícil: «el lobo es una de las especies más polémicas y controvertidas de toda nuestra fauna» y se sentencia «admirado y defendido por unos, odiado y perseguido por otros, es un cazador que ha competido con la especie humana desde hace miles del años, y especialmente desde el Neolítico, momento en que el hombre se hizo agricultor y ganadero».

El «lobo desempeña un papel fundamental en el equilibrio biológico de los ecosistemas donde habita y forma parte del acervo histórico, mitológico y literario». Cuestión de pareceres.

Los pastores, ayer mismo era claros: «los lobos siempre han existido, eso es verdad, lo que no puede ser es que tengan que vivir a costa nuestra. Si les falta comida recurren a las ovejas, que son nuestras y eso no puede ser. En Aliste atacan menos, porque protegemos los ganados, pero lo que ahorramos en lobadas lo gastamos en mastines. Mantener a quince perros para el lobo cuesta mucho dinero. Es muy fácil hablar pero los más perjudicados de una u otra manera siempre somos los ganaderos».