El pueblo de Morales del Vino ha recordado al que fuera su sacerdote durante ocho años, Zacarías García Prieto, con una placa de reconocimiento a su labor instalada el pasado sábado, a continuación de la misa de cabo de año que se celebraba en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. La nobleza, así como la labor social y la caridad que se desprendía del cura eran las virtudes más destacadas por las personas que acudieron al homenaje «in memoriam» que le rendían vecinos de esta localidad. «No hay en el mundo otro como él. Visitaba los enfermos, hacía una labor social extraordinaria, a la par de religiosa y se arremangaba para ejercer como albañil o carpintero ante cualquier avería que se presentaba en el patrimonio religioso de esta localidad», señalaban algunos de los vecinos promotores de la iniciativa popular, a la que se añadirá el reconocimiento del Ayuntamiento, con la denominación de una calle con el nombre de Zacarías García Prieto en un tramo urbano del término municipal, concretamente el tramo de la calle San Salvador más cercano al lugar donde el ataque al corazón sorprendió al párroco de Morales y acabó con su vida de forma fulminante, justo cuando se encontraba trabajando en los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud.

El funeral por Zacarías García supuso toda una demostración de luto popular hacia un joven párroco que dejó su impronta.