La cosecha de cereal superará en la presente campaña los 4,7 millones de toneladas en Castilla y León, lo que supone un descenso del 29 por ciento con respecto al pasado año, según confirmó ayer en la localidad de Villanueva del Campo la consejera de Agricultura y ganadería, Silvia Clemente.

Clemente, durante la visita realizada a unas parcelas de cereal de la villa terracampina, cifró en 1,9 millones las hectáreas cultivadas, lo que supone un incremento del 0,47 por ciento respecto a 2011. Asimismo, indicó que estimaciones se ajustarán cuando finalice la recolección en toda la región tras una campaña agrícola caracterizada por la escasez de lluvias, lo que conllevó un descenso en la producción de cereales de invierno en todo el territorio nacional. Por primera vez en los últimos diez años, el trigo supera a la cebada en producción debido a los buenos rendimientos obtenidos con las nuevas variedades de este cereal y su diferencial de precio.

Clemente explicó que la campaña agrícola de este año se ha visto condicionada por circunstancias meteorológicas «excepcionales», con una «severa sequía otoñal e invernal» y altas temperaturas en mayo y la segunda quincena de junio. Ello ha provocado el descenso en la producción pero en opinión de la consejera «creo que estos datos hay que mirarlos con ojos positivos. Son 4,7 millones de toneladas de cereales de invierno con un valor de negocio cercano a 1.000 millones de euros y pocos sectores pueden hablar de un valor económico de esta magnitud».

Por primera vez en los últimos diez años, en esta campaña la mayor producción corresponde al trigo, con más de 2,22 millones de toneladas, debido al incremento de la superficie que «se viene observando en los últimos años, en los que los agricultores han tomado la decisión de sembrar trigo en detrimento de la cebada, teniendo en cuenta los buenos los rendimientos obtenidos con las nuevas variedades y su diferencial de precio», como explicó la consejera.

La cebada es el siguiente cultivo en Castilla y León en cuanto a producción, con 2,13 millones de toneladas, seguida del centeno, con 187.000 toneladas, y la avena, con 171.600 toneladas. Al igual que el pasado año, Burgos vuelve a ser la provincia de Castilla y León en la que se prevé una cosecha mayor, con cerca de 1,4 millones de toneladas, mientras que Ávila es la provincia en la que la previsión es menor: 191.600 toneladas.

La reducción de la producción de este año por las inclemencias meteorológicas se ve compensada en parte, como explicó la consejera, por el precio de venta de los cereales, que «se viene manteniendo desde octubre de 2011 en niveles atractivos». Actualmente, según los datos de las lonjas representativas de la Comunidad, las operaciones se sitúan en torno a 208 euros por tonelada para el trigo, 203 euros por tonelada para la cebada, 197 euros por tonelada para la avena y 197 euros por tonelada para el centeno.

Estos precios suponen un incremento con respecto el pasado año. Sin embargo, Clemente no pasó por alto que el aumento de los precios repercutirá en las explotaciones pecuarias. Por este motivo, abogó por la puesta en marcha de mecanismos de control de los costes en los distintos eslabones de producción.